Porfirio Díaz la impulsó al ser curado de una fístula que alópatas no resolvieron
Sus medicamentos restablecen la capacidad natural de recuperación del organismo
Se conoce al paciente en todos sus aspectos, incluidos los emocionales, para determinar tratamiento
Lunes 9 de enero de 2017, p. 33
La medicina homeopática es un modelo clínico terapéutico y complementario que no trata enfermedades, sino a perso-nas enfermas, mediante sustancias de los reinos mineral y vegetal en dosis pequeñas que ayudan al organismo a restablecer sus mecanismos naturales de defensa.
La homeopatía acumula una historia de casi 200 años y perdura porque funciona, carece de efectos secundarios y es de bajo costo.
Aunque la práctica de la homeopatía y sus medicamentos no han demostrado con investigaciones científicas y modelos clínicos su eficacia en el manejo de padecimientos, el aval está a la vista con milones de personas atendidas desde 1893, año en que por iniciativa del presidente Porfirio Díaz se creó el Hospital Nacional Homeopático.
El director del nosocomio, Fernando Ochoa Bernal, recordó que los fundadores lograron la aprobación de Díaz luego que le curaron una fístula abdominal que sus médicos no habían podido resolver. Entonces decidió dar al grupo de cuatro médicos homeópatas la oportunidad de tener su propio hospital para beneficio de la gente pobre.
La unidad médica se instaló en lo que había sido un lugar de aislamiento para enfermos de tifo. En aquella época había epidemias por esta infeccion bacteriana que se transmitía por piojos o pulgas. Causaba salpullido, fiebre, tos y sin atención médica las personas podían morir.
Así empezó la práctica de la homeopatía en el sistema público de salud y ahí sigue, en la colonia Obrera de la ciudad de México, en lo que ahora es el Hospital Nacional Homeopático, reconstruido y reinagurado en noviembre de 2014.
En entrevista, Ochoa Bernal explicó que la homeopatía fue creada por el médico alemán Samuel Hahnemann en los primeros años del siglo XIX, con un principio básico: curar a las personas con sustancias que, cuando se utilizan en un individuo sano le provocan los síntomas del que está enfermo. En dosis muy pequeñas, el producto genera una respuesta del organismo para combatir la enfermedad y se cura.
Ni tradicional ni alternativa
La homeopatía no mata bichos
, no es una medicina alternativa y tampoco tradicional. En cambio, con el enfoque mencionado tiene la capacidad de resolver casos que no requieren cirugía ni manipulaciones mecánicas físicas; entre otras, alivia infecciones, alergias, males degenerativos. Es posible conducir o mejorar las condiciones del embarazo y prevenir abortos en mujeres con embarazos fallidos previos.
Mediante este modelo se resuelven la mayoría de padecimientos de baja y mediana complejidad de las áreas de medicina interna, pediatría, cirugía y gineco obstetricia, aseguró el especialista.
Subrayó que un buen médico homeópata primero conoce a su paciente. De la misma manera que en la medicina convencional (alópata) se elabora una historia clínica con los antecedentes de enfermedades propias y de familiares directos, y se agrega todo aquello que le haya dolido o lastimado
emocionalmente.
El buen homeópata también explora si su paciente tiene alguna enfermedad mental, como depresión y ansiedad, entre las más comunes. Esto es así porque con este modelo, explicó Ochoa Bernal, el tratamiento varía si la persona tiene alguno de estos problemas mentales o emocionales. La obesidad, por ejemplo, no se atiende igual en un individuo con depresión que en otro que es irritable o agresivo. Todo influye, indicó.
El especialista advirtió que los médicos deben reconocer cuando sus pacientes no encontrarán una solución total en la homeopatía. Mencionó el caso de la diabetes. Cuando es de reciente diagnóstico y la persona todavía está sana es posible revertir la alteración metabólica con un tratamiento homeopático.Cuando el mal ya está avanzado y hay daño en otros órganos, lo que se puede ofrecer a los pacientes es un tratamiento complementario al que prescriba el médico alópata.
Medicación inteligente
Bernal Ochoa aseguró que en homeopatía se da una medicación inteligente
con base en los síntomas y la historia personal de los pacientes. Tradicionalmente los pro-ductos son preparados por los mismos doctores en sus consultorios. Esa es otra enseñanza de Hanhemann, quien decía que nadie debe estar más interesado que el médico para que los tratamientos sean de la más alta calidad.
Así ha sido durante años, aunque también existen laboratorios farmacéuticos y farmacias que elaboran medicamentos homeópatas. A diferencia de la medicina alópata que ante una diarrea se da al individuo algo que estriñe, o para aliviar una inflamación se le prescribe algo para desinflamar, en homeopatía se estimula la capacidad de recuperación del organismo para que se defienda de las enfermedades.
El gran problema
de estos medicamentos, indicó, es que el sector no florece
porque no hay patentes y, por tanto, tampoco grandes ganancias.
Al ser productos que se elaboran con sustancias obtenidas de la naturaleza, tampoco existen invenciones, nuevas sustancias. Aquí no hay un gran negocio, pero los medicamentos homeopáticos funcionan y no provocan efectos secundarios, dijo el experto.