Libro indispensable
o presenta sus libros ni antologías. Ni busca a los críticos literarios para que los comenten en las secciones culturales que sobreviven en varios diarios impresos. Que recuerde, jamás ha aparecido en la televisión hablando sobre lo que conoce mejor que muchos que utilizan los medios electrónicos para pontificar. Tampoco concede entrevistas. Y no permite que se publiquen fotos de él sin su consentimiento. Muy comentado fue el juicio que entabló contra Pedro Valtierra por publicar en la extinta revista Mira una en la que aparece con Carlos Fuentes. El asunto se zanjó en buenos términos y sentó precedente.
Es un severo crítico de las organizaciones políticas del país, en especial del PRI. Tampoco se salvan las demás. Y mucho menos la forma en que la clase gobernante ha dispuesto de la vida de los mexicanos. Ahora que el nuevo año se inicia con tan malos augurios, vale la pena recordar las primeras líneas de su introducción a La economía presidencial, editado en 1987: El desastre económico de México no se debe a la adversidad. Se debe a que los recursos del país se fueron concentrando bajo la voluntad de un solo hombre
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También se ha ocupado de cuestionar la política cultural diseñada desde el poder. Lo hace con la precisión de quien es responsable de garantizar que un avión vuele en perfectas condiciones. No debe sorprender, pues obtuvo el título de ingeniero mecánico en el Tecnológico de Monterrey. Además, sabe mucho de economía. Tanto que en 1970 recibió el Premio Nacional instituido por Banamex sobre esa disciplina y que gozó de mucho prestigio.
Pero, además, es un excelente poeta (Campo nudista, Práctica mortal, Sonetos y canciones, Seguimiento, entre otros títulos) y editor de dos volúmenes muy celebrados y, a la vez, criticados en su momento: Omnibús de poesía mexicana y Asamblea de poetas jóvenes de México, editados por Siglo XXI Editores, en 1970 y 1981, respectivamente. Colaboró con Octavio Paz en la fundación de la revista Vuelta, pero no presume ser heredero de nada del Nobel de literatura.
Uno de sus libros que no pierden vigencia es El progreso improductivo, donde demuestra cómo nos gobierna un modelo económico injusto y depredador, ajeno al bienestar de la sociedad. Ahora lo complementa con Cronología del progreso, en el que el poeta, ensayista y editor ofrece un resumen del aporte que científicos y pensadores han hecho en favor de la vida humana. Es un viaje fascinante a través del conocimiento que concluye en 2015 cuando una nave espacial descubre Kepler, planeta semejante a la tierra.
Este nuevo libro de Gabriel Zaid no figura en las listas de los críticos literarios sobre los títulos más importantes publicados en México en 2016. Pero es indispensable para saber de dónde venimos y hacia dónde vamos.