ólo las protestas contra el aumento a los combustibles han tenido la capacidad de disputar a la delincuencia organizada los principales espacios de los medios de comunicación.

El impacto fue brutal y la inconformidad afloró cuando el incremento se aplicó. Conforme pasan los días se multiplican las expresiones de inconformidad y las redes sociales se han constituido en instrumento para convocar a la población –que en su totalidad resulta afectada por la medida– a salir a las calles a expresar su desacuerdo.

Muchos reprochan al gobierno federal haber anunciado en principio que no habría más incrementos a las gasolinas y el diésel y que incluso prometiera que habría reducciones, para que ahora saliera con un megagasolinazo.

En el plano electoral, difícil se ven para el partido en el gobierno las próximas elecciones en cuatro estados y las de Presidente, diputados y senadores en 2018, toda vez que la popularidad alcanzada en la campaña y las votaciones pasadas se ha venido desplomando hasta parar en el fondo del barranco, primero, porque no ha cumplido su compromiso de acabar con la inseguridad y la violencia; segundo, por los escándalos de corrupción, y tercera, por el gasolinazo que acaba de entrar en vigor.

Todo ello fortalece indudablemente la figura del dirigente nacional del partido Morena, Andrés Manuel López Obrador, pues aunque no se tiene seguridad de que pueda sacar el país del fondo del desfiladero, tampoco tiene antecedentes de haberlo golpeado como lo hicieron ya el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y el Partido Acción Nacional. En tanto, el Partido de la Revolución Democrática, por haber perdido el rumbo y hacer alianzas perniciosas, carece de posibilidad alguna de hacer un papel decoroso, sobre todo si va solo.

Si esta vez el electorado no pierde la memoria y si el PRI no recurre a un golpe de timón a última hora, podría haber cavado ya su tumba impulsando en automático las aspiraciones de López Obrador, quien, por otro lado, tampoco podrá vanagloriarse de un probable triunfo si no une en torno suyo a los demás partidos de izquierda.