Las federaciones deportivas, elegidas de forma democrática con la participación de la iniciativa privada, de los deportistas y con la opinión de expertos externos en la materia para evitar el servilismo y la corrupción, son una de las piedras angulares de un modelo exitoso en este ámbito, afirmó Dieter Holtz, presidente de Laureate México y director de la Universidad del Valle de México (UVM).

En una investigación que está en su primera etapa –cuyos resultados finales se darán a conocer este año–, explicó que varias federaciones no dan los resultados esperados, pero no hay mayores cambios en los directivos, algunos de los cuales buscan eternizarse, lo que sería diferente si hubiera una entidad que exigiera que se obtuvieran los mejores dividendos.

No hay una empresa que mantenga al director general si no se dan resultados o en una AC (asociación civil, como son las federaciones deportivas) si no obtienen los logros planeados, indicó.

Se tiene una mala idea de que el presidente rige a la federación, cuando debe ser éste quien rinda cuentas a la asamblea y deben de ser las mejores, porque de otra forma no se cumple con la labor de esa asociación.

Holtz destacó que la participación de la iniciativa privada –como se hace en los modelos deportivos de otros países como Francia, Estados Unidos y algunos de América Latina– es fundamental, porque a cambio de patrocinios puede exigir que se logren los mejores resultados y el desarrollo de cada una de las actividades con niveles de calidad.

Si la iniciativa privada está metida en las federaciones con voz y voto, y ella decide quién es el tesorero y puede vetar a un presidente que no cumple los objetivos trazados, esto genera más voluntad de la misma para apoyar más el deporte amateur, expuso.

Al referirse a la estructura de esas asociaciones civiles, explicó que deben reformarse sus estatutos –porque en este momento el Sistema Nacional del Deporte (Sinade) no tiene la facultad de hacer cambios en las reglas de funcionamiento de las federaciones– para que se dé la profesionalización de los directivos, la cual no puede postergarse.

Sobre la necesidad de crear una figura legal como lo fue la Confederación Deportiva Mexicana, como instancia que da certidumbre y aval a las federaciones, el directivo hizo hincapié en que en otros países existe ese modelo, pero hay sociedades “tan sofisticadas, que es la propia sociedad civil la que regula a través de visores externos que fomentan y procuran la correcta administración de las asociaciones deportivas.

Aunque en el país se cuenta con la Comisión de Apelación y Arbitraje del Deporte (CAAD), dijo que ésta debe modernizar sus facultades, responsabilidad y autonomía porque no está operando adecuadamente al ser juez y parte y ahí tenemos un conflicto de intereses”, por lo que la investigación realizada por la UVM propone que sea el Sinade la organización que cree esta estructura, de preferencia con participación de la sociedad civil, consideró.

La situación actual en el deporte nacional se refleja en la credibilidad de las instituciones que lo regulan, por lo que es fundamental creer en el trabajo de las federaciones, que actúen con transparencia, con capacidad de generar recursos y programas de largo plazo para desarrollar a los competidores de manera correcta, precisó.