Jueves 5 de enero de 2017, p. 2
Grapevine, EU, y Bonn, Alemania.
Un grupo de astrónomos descubrió que una misteriosa ráfaga rápida de radio (FRB) procede de una lejana galaxia enana, según publicaron este miércoles en la revista Nature.
El descubrimiento sorprendió a los investigadores del equipo de Shami Chatterjee, de la Universidad de Cornell, en Estados Unidos, ya que no esperaban que estas potentes emisiones de radiación procedieran de una galaxia tan pequeña.
El equipo, al que también pertenece Laura Spitler, del Instituto Max Planck de radioastronomía, presentó sus observaciones también en la conferencia anual de la Sociedad Estadunidense de Astronomía en Grapevine, en Texas.
Los astrónomos saben de la existencia de las FRB (Fast Radio Bursts, en inglés) desde hace sólo 10 años. Se trata de breves emisiones de alta energía y que aparecen de forma irregular en el cielo.
Hay varias ideas sobre la posible naturaleza de su origen: las ráfagas podrían proceder de la fusión de dos estrellas de neutrones o podrían producirlas agujeros negros masivos. Debido a su escasa duración, es muy difícil determinar su origen exacto.
Exactitud inigualable
El equipo de Chatterjee analizó con exactitud hasta ahora inigualable la única región del cielo en la que se pudieron observar FRB en varias ocasiones. Los científicos dirigieron las antenas del observatorio radioastronómico estadunidense Karl G. Jansky Very Large Array (VLA) hacia el punto del cielo en el que el equipo de Spitler descubrió una FRB el 2 de noviembre de 2012 con el gran radiotelescopio de Arecibo (Puerto Rico) y que volvió a detectarse dos años después.
Las 27 radioantenas interconectadas del VLA detectaron nueve ráfagas. Así pudieron determinar con una exactitud 200 veces mayor la posición exacta de FRB 121102, como se denominó al lugar del que provino la primera ráfaga registrada.
La galaxia está a 3 mil millones de años luz. Por tanto, las erupciones de radiación tienen que ser extremandamente potentes para ser detectadas claramente a tanta distancia.