Miércoles 4 de enero de 2017, p. 7
En la exposición China no es como la pintan se pueden distinguir tres modalidades pictóricas: el Xie yi (estilo libre que puede captar la energía vital de los temas pintados) y el Gongbi (elaborado o de pincel controlado, que puede ahondar meticulosamente en finos detalles). Hay obras en las que se puede apreciar la fusión de ambas.
En la actualidad, con el fervor por la bonanza económica y la integración de influencias culturales y artísticas occidentales, existe un tercer estilo que se basa en transgresiones en las técnicas, los materiales e incluso en los pinceles, además de las posturas del brazo y la rotación de la muñeca.
El principio del Xie yi viene de saber meditar, observar, respetar la naturaleza de la que la persona se siente parte. “La interpretación de Xie yi que los chinos están en proceso de rescatar de las tradiciones es: si quieres pintar, tienes que estar primero en un estado de pureza. Tienes que limpiarte”, expresa Ery Cámara, curador del Antiguo Colegio de San Ildefonso.
“Una vez despegado, con la mente en blanco –continúa–, estás en plena meditación, entras en comunión con el cosmos y estás tan receptivo que percibes estas intensidades que son las fuerzas vitales, o las energías, que en un momento dado te van a dar una inspiración que nada más sigues, no la controlas. La sueltas, eres como un vehículo”.
El Xie yi tiene variantes. Primero, el Po-Mo, en el que el artista tira las tintas como hacen los hechiceros, y a partir de manchas y accidentes sugerentes trabaja con gran velocidad para no dejarse distraer o seducir por el detalle. Esta vibración anima el trasfondo de la obra y la convierte en campo imantado. Es como si el pincel se convirtiera en el bastón del ciego o del sacerdote para abrir camino al inasible caudal. No hay un dibujo previo, es nada más este gesto que lo inspira a saber escuchar el pincel y seguir el timbre de las sonoridades veladas
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Otra variante es conocida como Mo Ku y consiste en pintar en un papel previamente humedecido. No hay contornos definidos, porque el mismo soporte húmedo lo desvanece. Cámara explica que se pueden combinar ambos estilos. Para ello se utiliza el pincel seco. El Mo Ku puede combinarse con el Ku Fa, otro método que usa contornos. Definitivamente esos principios se enraizan en el taoísmo y otras creencias que todavía permean la memoria colectiva china, acota el curador.