Con el propósito de reducir la construcción de estacionamientos, el Gobierno de la Ciudad de México prepara una nueva norma en la materia, en la que se establecerá un máximo de estacionamientos para nuevas edificaciones privadas, con la que, de ser rebasado, obligará al desarrollador a pagar cierta cantidad de dinero, que iría a un fondo para transporte público.

Según informes de la Secretaría de Movilidad (Semovi) capitalina, la nueva reglamentación, que ya está en análisis en la Consejería Jurídica, también establece la obligación de los desarrolladores de hacer cicloestacionamientos en las construcciones que realicen, con el propósito de fomentar formas de transportes distintas al automóvil.

La norma, en cuya elaboración participó además la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda, lo que plantea es desaparecer los mínimos y poner un máximo de cajones por obra, y cada vez que el inversionista se empiece a acercar a este tope va a tener que pagar un fondo público.

La Semovi agregó que aún se analiza la cantidad a pagar, pero adelantó que dependerá de la cercanía que tengan los desarrollos inmobiliarios con los sistemas de transporte público, con lo que se busca desincentivar el uso del automóvil.

Se creará fondo

Lo anterior, dijo, porque la generación de áreas de aparcamiento en las zonas centrales de la ciudad propicia que haya más viajes inducidos en vehículos automotores.

Asimismo, agregó, se creará un fondo cuyos recursos se destinarán a la creación de más sistemas de transporte público sustentable, que serían financiados por los desarrolladores inmobiliarios.

En la actualidad, la norma establece que por cada departamento de 65 metros cuadrados que se construye en la Ciudad de México, debe haber un cajón de estacionamiento, mientras para un centro comercial debe haber uno de éstos por cada 40 metros cuadrados construidos.