Sambueza, un premio a la indisciplina
Chivas, al rescate de la liga
n diciembre de 2010, Rubens Sambueza golpeó al árbitro Román Medina, en un partido de preparación. Las imágenes eran claras y se veía al mediocampista argentino, entonces en los influyentes Tecos de la Universidad Autónoma de Guadalajara, darle (o por lo menos intentar) un cabezazo al silbante, quien se tiró al pasto y se tocó la quijada.
Sin embargo, el silbante recibió llamadas telefónicas de sus jefes para no reportar lo sucedido, se le acusó de fingir la agresión, fue castigado y terminó abruptamente su carrera entre los hombres de negro.
En cambio, al rijoso Sambueza sólo lo suspendieron cinco partidos y no el año que establece una agresión a un árbitro.
Sambueza, quien ya tenía una bien ganada fama de conflictivo, siguió en la misma línea al sentirse intocable. Después, cuando Miguel Herrera fue nombrado técnico del América, el Piojo pidió el fichaje del mediocampista, lo que suscitó numerosas críticas.
Nadie duda del talento futbolístico del jugador surgido de fuerzas básicas de River Plate, sino que se le cuestiona la forma en que pierde la cabeza
y se gana tarjetas amarillas y rojas sin importar la situación. Sambu volvió a traicionar a su equipo en un partido trascendental, el domingo de final navideña, cuando el América enfilaba sin mayores problemas a un valioso título en su centenario ante un Tigres que estaba moribundo.
El zurdo sólo controló su carácter cuando estuvo en negociaciones con las Águilas para renovar su contrato. El reglamento del conjunto de Coapa establece sólo un año de renovación a los futbolistas mayores de 30 años. Con el centrocampista hicieron una excepción y lo firmaron por dos, a pesar de que todo mundo sabía que Sambueza explota a la menor provocación y cuando más lo necesita su escuadra.
Seis años después de aquella agresión al nazareno, el ex de River se hizo expulsar y, con la pérdida del título, de los altos mandos de Televisa surgió la orden terminante para ponerlo transferible, al igual que al intrascendente Darwin Quintero, quien tanto brilló con la playera del Santos y que ahora podría encontrar refugio en la MLS.
El argentino apenas duró dos días en el limbo: su compatriota Hernán Cristante convenció a los directivos del Toluca de que él sí metería en cintura a Sambu y de inmediato le ofrecieron un contrato por tres años. Sonriente, de vacaciones, sin recordar sus faltas, el mediocampista festejó su fichaje con los mexiquenses, quienes cifran sus esperanzas en que Rubens finalmente controle su indisciplina y les ayude a ganar un título en su centenario. Exactamente lo mismo que había ofrecido meses antes al firmar con el América.
Tan sólo 13 días después de haber concluido el torneo Apertura 2016, este viernes se iniciará ya el Clausura 2017.
Para esta campaña destacan los numerosos fichajes de refuerzos chilenos, muchos de ellos jóvenes que sí recibirán la oportunidad de mostrar su talento en la Liga Mx-Sudamericana, contrario a lo que sucede con los mexicanos.
Los dueños del balón en México mantuvieron su discriminante regla 10-8 y seguirá la tendencia de los recientes torneos: el Porto jugará con más mexicanos que los propios equipos llamados nacionales.
Así, las Chivas se mantienen como el club más importante del país, más allá de que Jorge Vergara sea de los villanos favoritos. Matías Almeyda tiene un plantel que el torneo pasado tuvo momentos de buen futbol y que ahora, con un poco más de experiencia, podría sorprender y pasar la barrera de los cuartos de final, con lo que daría una lección a unos directivos empecinados en despreciar a los jóvenes futbolistas mexicanos.
Sin embargo, el favorito es el campeón Tigres, que podría formar un equipo de época. Se recuerda mucho a los felinos de Tomás Boy y Jerónimo Barbadillo, pero este conjunto encabezado por André-Pierre Gignac tiene tamaños –y mucho dinero en su directiva– para consolidarse entre los grandes y dejar de tener únicamente fanáticos en Nuevo León.