La credibilidad en el atletismo mexicano está un poquito manchada. Sea culpable o no (Antonio Lozano), es una advertencia para aquellos dirigentes que no tienen por qué despacharse con la cuchara grande. Los recursos deben ser directos a los atletas, afirmó el marchista Horacio Nava.

El deportista lamentó lo sucedido al titular de la Federación Mexicana de Asociaciones de Atletismo (FMAA), quien está en el Reclusorio Sur por el presunto delito de peculado de 4.8 millones de pesos que demandó la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade).

Sin embargo, consideró que más allá de la investigación que se realiza, la situación sentó un precedente que deja mala imagen para su organización en el ámbito local e internacional.

Nava reconoció que nunca tuvo problemas con Lozano, ya que por ser beneficiario del fideicomiso Compromiso Integral de México con sus Atletas (CIMA), el apoyo otorgado por la Conade lo recibió en tiempo y forma para la preparación y competencias rumbo a los Juegos Olímpicos de Río 2016.

El andarín espera que la situación jurídica de Lozano se esclarezca y que se llegue a fondo en la investigación, porque de alguna manera ayudará al saneamiento en el atletismo para que los representados posean certidumbre y los patrocinadores regresen de nuevo y tengan la confianza de los apoyos que se dan en las competencias.

Nava, quien terminó un año a secas con el lugar 13 en la justa brasileña en la prueba de 50 kilómetros y está entre la élite en el sitio 20, dijo que seguirá otro ciclo con su entrenador Miguel Ángel Rodríguez y que ya tienen el plan para 2017, el cual abrirá con el Challenge de Monterrey, en marzo, donde competirá en la prueba de 20 kilómetros.

Tiene programado competir un 50 en Europa para estar en el Panamericano de Marcha en Perú y clasificar al Mundial de Atletismo en Londres.

El objetivo, asegura el chihuahuense de 34 años, será llegar a Tokio 2020, lo que significará su cuarta participación y definitiva para luego dar el paso al relevo generacional.