El titular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), José Antonio Meade Kuribreña, aseguró que el aumento en el precio de las gasolinas no debe asustar a los consumidores mexicanos, porque con el nuevo esquema se divorciará el precio del petróleo de razones tributarias o políticas.

En entrevista radiofónica explicó: eso permite que ese mercado tan relevante se aleje ya de las políticas tributarias, de la política, y que se vaya ajustando lisa y llanamente conforme se vayan dando las condiciones de precio. Y veremos, en consecuencia, momentos y días donde suba, y momentos y días donde vuelva a bajar.

Ayer por la mañana la SHCP informó sobre el aumento en los precios de la gasolina que aplicarán a partir del 1º de enero de 2017, con lo que la Magna subirá a 15.99 pesos por litro y la Premium a 17.79.

El funcionario explicó que los precios promedio de referencia variarán en cada una de las 90 regiones del país en las que estará dividido y a partir de la tercera semana de febrero habrá un ajuste de precios diario.

Al respecto, la Asociación Mexicana de Empresarios Gasolineros (Amegas) señaló que las cotizaciones máximas al público aplicables a las gasolinas y el diésel en las diversas regiones durante el periodo comprendido del 1º de enero al 3 de febrero de 2017 ascienden a mil 453 precios diferentes de gasolina en toda la República, tan sólo en lo que comprende a 83 regiones.

Meade Kuribreña afirmó que es en función de las políticas comerciales que tenga literalmente cada gasolinera, donde tendrán posibilidades de manejar su política de precios de acuerdo con lo que la competencia le va a estar dictando.

Entonces, “lo que estamos viendo el día de hoy es, primero, un cambio donde se regionaliza para reflejar el costo de llevar la gasolina, y eso permite que vayamos teniendo los elementos y los incentivos para que se vaya invirtiendo y se vaya fortaleciendo la capacidad de transporte y almacenamiento.

Segundo, un cambio que refleja el que ha habido en el costo de la molécula, importante, comparado con el que tuvimos vigente en la mayor parte de 2016.

El responsable de las finanzas públicas destacó que la flexibilización en el precio de los combustibles es un cambio tan importante que nos permite hablar por primera vez en nuestra historia de un mercado de gasolinas, en donde se dan los elementos de costo, los elementos reales que lo determinen, y no un gobierno que podría mantener el precio artificialmente bajo, o artificialmente alto, en función de sus conveniencias y de sus circunstancias.

De cara a todo lo que viene, dijo, es necesario fortalecer las finanzas públicas. Lo que no podemos ya tener es un mercado en donde por diferentes razones mantengamos el precio artificialmente alto o artificialmente bajo. Esos momentos no son ya compatibles con las finanzas públicas, no son ya compatibles con la modernidad que el país debe tener.

Manifestó que no es razonable pensar que sea el gobierno el que tenga que administrar el precio de algo que en el resto del mundo es un mercado competido, que genera inversiones, que genera diferentes estrategias comerciales.