La Cámara de Diputados dejó para el próximo periodo de sesiones la aprobación de una reforma al Código Penal Federal para sancionar la discriminación religiosa, que propuso el Partido Encuentro Social (PES), y que según su dirigente, Eric Flores, busca que se reconozca que la Iglesia católica ya perdió influencia en México y es la herencia obligada que nos dejó ser un país colonizado.

Con esta reforma, el PES –que tiene una base electoral evangélica– pretende que se agregue la libertad de impartir educación religiosa, sobre todo entre la población indígena, y que los ministros de culto distintos al catolicismo puedan entrar a hospitales, asilos, cárceles y a cuarteles militares a difundir su propia fe.

Se dan casos de que personas que se encuentran en fase terminal por alguna enfermedad o cualquier otra situación en los hospitales, o reos con inestabilidad emocional, o miembros de las fuerzas armadas preocupados por su futuro incierto en el cumplimiento de una misión, tienen la necesidad de acercarse a una persona que represente su fe religiosa, y si ésta no es la católica, se corre el riesgo de no tener acceso a un ministro del culto de su preferencia, vulnerándose así su derecho a profesar libremente su religión, dice la iniciativa que presentó Flores.

El proyecto fue dictamina-do por las comisiones unidas de Justicia y Gobernación, que sin embargo desecharon la propuesta del dirigente y diputado de Encuentro Social de incluir en la ley la discriminación religiosa como un tipo penal específico. En cambio, las comisiones decidieron incluir las sanciones ya previstas en el artículo 149 del Código Penal, de uno a tres años de prisión, o de 150 a 300 días de trabajo en favor de la comunidad y hasta 200 días multa al que por razones de religión discrimine a otra persona.

El eje de la iniciativa de Eric Flores es sancionar los conflictos religiosos que prevalecen en Chiapas y donde, expuso, se presentan despojos, retenciones y cobro de cuotas de católicos a evangélicos.

Señaló que dicho estado es uno de los de mayor diversidad de cultos, por lo que consideró de extrema urgencia afrontar la realidad religiosa en México. Cada vez es más la gente que busca una respuesta a sus necesidades espirituales fuera de la religión católica, y es innegable que esta Iglesia es parte de la herencia obligada que nos dejó el ser un país colonizado por los españoles.

Pérdida de confianza

Así como ocurre con la clase política de nuestro país, esta institución ha ido perdiendo credibilidad y confianza por parte de sus adeptos, muchos de los cuales nacieron adscritos a este credo sin la posibilidad de elegir otro camino hasta su mayoría de edad.

La intención de Flores es que en las comunidades indígenas no se condicione a los niños a asistir a tomar la doctrina católica para poder acceder a beneficios sociales, como becas, despensas o servicios médicos.

El dictamen fue incluido en la sesión del 15 de diciembre, pero no pudo discutirse en el pleno debido al rezago de temas que enfrenta la cámara.