Durante esa estación se intensifican los síntomas, señala especialista
Hasta un tercio de los mexicanos podría tener algún grado de la enfermedad y más de 6 mil se quitan la vida al año
Los afectados tardan hasta 10 años en acudir con un médico
Lunes 26 de diciembre de 2016, p. 33
Durante el invierno se intensifican los síntomas de la depresión. Las personas que de por sí se sienten tristes y sin ánimo de vivir se vuelven más vulnerables y podría ser una buena oportunidad para diagnosticar e iniciar el tratamiento de la enfermedad, la cual puede ser altamente discapacitante y en los casos más graves causante de suicidio, advirtió Agustín Torres Cid de León, especialista egresado del Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente Muñiz (INPRFM).
A escala nacional, más de 6 mil personas se quitan la vida al año. La cifra aumentó 45 por ciento entre 2000 y 2014, de acuerdo con los datos más recientes del Instituto Nacional de Estadística y Geografía. En tanto, información de la Asociación de Siquiatría de Estados Unidos señala que la mitad de las personas que se suicidaron en aquel país tenían depresión.
El dato no es menor y de ahí la relevancia de que los afectados obtengan un diagnóstico certero, sobre todo en México, donde pueden tardar hasta 10 años en acudir con un médico especialista, señaló Torres Cid de León. La época navideña puede ser propicia porque en esos días las personas reflexionan acerca de su vida, si están satisfechas de ella, sus logros o lo que les falta por hacer.
Cuando hay depresión, tales reflexiones pueden contribuir a agravar el cuadro de tristeza que de por sí los afecta y que puede ser tener diferentes causas, principalmente desempleo, vivir en un ambiente de violencia familiar o tener alguna enfermedad crónica, como diabetes, afecciones del corazón o artritis, entre otros.
Según estimaciones de los expertos del INPRFM, hasta una tercera parte de las personas en México podrían tener algún grado de depresión. La estadística más reciente es de 2003, cuando 9 por ciento de los mexicanos vivían con este mal. Sin embargo, a causa de las crisis económicas, el desempleo y el aumento de la violencia e inseguridad, los expertos calculan que la prevalencia ha aumentado sensiblemente.
Torres Cid de León comentó que también el hecho de que en estos días se rompe el ritmo laboral y escolar impacta el estado anímico. En condiciones normales las personas buscan alguna distracción con actividades al aire libre y recreativas. Quienes tienen depresión no pueden hacerlo.
El experto comentó que son más vulnerables los adultos mayores, los adolescentes y los individuos con enfermedades crónicas como las antes mencionadas. Aunque cada vez menos, prevalece el estigma hacia los trastornos mentales, lo que a la vez dificulta el acceso a servicios de salud. Generalmente a las personas depresivas se les califica como débiles de carácter
o cobardes
, cuando en realidad sufren una enfermedad que debería tener la misma atención que actualmente se da a la obesidad, la diabetes y la hipertensión arterial.
Respecto de la atención médica, Torres Cid de León afirmó que existen clínicas, los programas y el compromiso de los profesionales de la siquiatría y la sicología, pero ha faltado el soporte de comunicación con los pacientes y la promoción de la salud mental.
Por eso, dijo, esta época es una oportunidad para identificar si algo anda mal en las personas que durante más de dos semanas tienen tristeza profunda, disminución del interés por las actividades que antes les resultaban placenteras, alteraciones del sueño y la concentración. En casos más graves, la presencia de ideas de culpa o pensar en morir son señales de alerta para ir con el médico, sostuvo.