Debido a un banco de niebla, las operaciones en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) fueron suspendidas ayer por la mañana alrededor de una hora, circunstancia que se sumó a la saturación en vísperas de la Navidad.

En su mayoría, las pantallas de la Terminal 1 presentaban vuelos demorados, por lo que continuaban las quejas relacionadas con cancelación de éstos y el retraso en las salidas, entre una y seis horas.

Los usuarios de las diferentes líneas de bajo costo reprobaban que sus viajes se cancelaran después de cuatro horas de espera o que no se informara la situación real de sus vuelos en las pantallas de las terminales.

Pasajeros que compraron su boleto desde hace cuatro meses o que tuvieron que solicitar permisos en el trabajo para poder pasar las fiestas con familiares que viven en otro estado de la República consideraron que las aerolíneas no se ponen en los zapatos de los usuarios, en el esfuerzo, tiempo y dinero que deben invertir.

Un viajero narró que su vuelo, proveniente de Aguascalientes, llegó ayer a las 8:30 horas y que su conexión a Chiapas estaba programada para las 13:40.

Sin embargo, después de acudir varias veces a pedir informes, los encargados de los mostradores primero le dijeron que el vuelo estaba retrasado y al final le notificaron que lo cancelaron, y que hasta el día siguiente no podrían buscarle un espacio en otro avión. Esto le pareció una falta de respeto, pues dijo que tiene pocos días para pasar con sus familiares, quienes se verán afectados por este retraso.

Otra molestia expresada frecuentemente en el AICM es la falta de precisión de los datos presentados en las pantallas donde se avisa el estatus de su vuelo. Los pasajeros reportaron que a pesar de que su viaje está retrasado, el estatus se mantiene a tiempo.

Sobre este tema, las aerolíneas justifican que la información y actualización de las pantallas depende del AICM y no de ellas.