Trabajadores del área de urgencias del hospital general de zona Los Venados, del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), protestaron ayer fuera del nosocomio por las deficiencias que enfrentan a causa de la excesiva demanda de atención y las limitaciones de espacio por las prolongadas obras de remodelación.

El colmo ocurrió ayer, dijeron, con la descompostura del elevador. El IMSS informó que el equipo es nuevo, pero tuvo una falla eléctrica la noche del lunes, que fue resuelta por la empresa proveedora el mediodía de ayer.

Con cartulinas que exigían la salida del director e instalaciones dignas para trabajar, los empleados señalaron que el área de urgencias tiene mala ventilación e iluminación y el espacio es limitado.

A pesar de la saturación, las autoridades han permitido el ingreso de pacientes a los que no corresponde el servicio en este nosocomio (ubicado frente al parque del mismo nombre, cerca de la sede delegacional Benito Juárez en la Ciudad de México), en lugar de solicitar el apoyo de otras unidades médicas para que los transfieran, aseguraron.

Los inconformes también señalaron que los derechohabientes no tienen información sobre las obras que se están realizando, las cuales además, provocan ruido y polvo. Aseguraron que el sistema de triage, el cual consiste en realizar una evaluación del enfermo para determinar si presenta una urgencia real y su gravedad, no funciona a cabalidad, porque los médicos carecen de apoyo para enviar pacientes a otras clínicas si su problema de salud lo permite.