Critica el mito descabellado de ese payaso ridículo y panzón
Miércoles 21 de diciembre de 2016, p. 38
En vísperas de Navidad, la Arquidiócesis de México criticó que en estas fechas se dé más importancia a Santaclós que al nacimiento de Jesús, incluso en hogares católicos.
En un artículo publicado en el semanario Desde la fe, titulado Santa Claus, el impostor
, lamenta que dicho personaje ficticio viniera a ocupar el lugar central en la Navidad
, llegando a desplazar por completo de la escena al Niño Dios
.
En el escrito se indica que Santaclós es un personaje ridículo, un payaso panzón
, y censura que esta fecha se haya convertido en “una fiesta consumista, donde lo que importa es comprar, regalar, apantallar, cenar, beber y esperar los obsequios de ‘papá Noel’”.
Refiere que la historia de Santaclós es un cuento tan descabellado y absurdo
que debería generar burlas y ser olvidado, pero no fue así, y culpa a la poderosa mercadotecnia
por haber logrado lo inaudito
.
Aparte, José Luis Chávez Botello, arzobispo de Oaxaca, consideró que la crisis social, política y económica que sufrimos no puede ser impedimento para festejar con grande esperanza y alegría la Navidad
.
En un mensaje a propósito de esta conmemoración, llamó a celebrar la Navidad con realismo, responsabilidad familiar y social
. Sugirió rescatar el verdadero sentido de la Navidad
y destacó que no hay Navidad auténtica sin Jesucristo
. Por ello, los católicos debemos dar al Niño de Belén el centro en estas celebraciones; que todo lo que hagamos nos hable del Niño de Belén y nos mueva a abrirle nuestra vida: adornos, luces, posadas, piñatas, villancicos, árbol, cena, regalos, el nacimiento
.
Subrayó que hay que dejar a un lado las propagandas de consumo
y advirtió que no porque se tenga el aguinaldo hay que derrocharlo en compras no necesarias
.
Agregó que por alguna razón a la gente le encantó el mito de Santaclós, y decidió hacerle el juego
a una refresquera que popularizó su imagen. Así, muy pronto la ilusión de esperar al gordo de los regalos sustituyó por completo la ilusión de celebrar al Niño Dios
.