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Agroecología: Martha Elena García Periodista especializada en alimentación y medio ambiente [email protected] Del 11 al 13 de agosto de 2016, en el marco del 25 Aniversario del Programa Educativo de Ingeniería en Agroecología de la Universidad Autónoma Chapingo (UACh), se llevó a cabo el Segundo Encuentro Internacional Economía Campesina y Agroecología en América: Soberanía Alimentaria, Cambio Climático y Tecnologías Agroecológicas. El Encuentro, organizado por el Departamento de Agroecología de la UACh, la Asociación Nacional de Empresas Comercializadoras de Productores del Campo (ANEC) Semillas de Vida, AC, y la Universidad Autónoma Metropolitana Unidad Xochimilco (UAM-X), contó con la presencia de campesinos de diversas organizaciones, estudiantes, académicos e investigadores nacionales e internacionales. La celebración ocurrió dentro de las instalaciones de esta universidad, que históricamente ha privilegiado el modelo agroindustrial de producción, circulación y consumo de alimentos, en vez del agroecológico. Vamos a contracorriente en esta institución –manifestó Nelson Montoya, director del Departamento de Agroecología–, “por su modelo obsoleto de ‘revolución verde’; por eso realizamos el evento en esta institución, para que nos escuchen”. Para el doctor Sergio Barrales, rector de la UACh, resulta muy significativo internamente porque “hace 25 años, cuando era más cercana en el tiempo la boyante ‘revolución verde’, un grupo de estudiantes mucho más pequeño que el de ahora se atrevió a decir que la cosa no iba por buen camino, y venciendo barreras, tanto físicas como emocionales, logró finalmente establecer un programa de agroecología en la institución”. Comenta que el Departamento de Agroecología es equivalente a una facultad en otra universidad. “Es una carrera consolidada y acreditada, que ha logrado colocarse dentro de los estándares de calidad. La actual generación de 125 estudiantes va abriendo brecha para que todos veamos en la agroecología la única posibilidad de mantener una agricultura que pueda proveernos de alimentos de calidad”. En el Encuento, los temas orientadores de la discusión giraron en torno a la soberanía alimentaria y agrodiversidad; la adaptación al cambio climático en la agricultura; las tecnologías agroecológicas para la producción de alimentos, y el programa de pequeños productores, agroecología y organizaciones sociales. El intercambio de saberes sobre los diferentes temas dio paso a la reflexión acerca del paradigma agroecológico, en contraposición del agroindustrial. Aquí consignamos algunas de esas voces: “Toda la agricultura industrial continúa con la piratería de las semillas nativas, porque no puede crear una semilla en un laboratorio, la puede modificar, pero no inventar. Además ese paradigma basado en la uniformidad, resulta anciano y obsoleto, pues los campesinos no producen uniformidad, producen diversidad, resiliencia, calidad, nutrición, sabor, curación… La diversidad es la dirección de la agroecología”: Vandana Shiva. “La agroecología es la agricultura con corazón, amor y sentimiento, respetando las culturas ancestrales y buscando mantener el planeta vivo y feliz para siempre. En agroecología uno nunca trabaja como individuo; como individuo se trabaja en el sistema del egoísmo de la sociedad industrial. La mejor forma de trabajar en agroecología es en comunidad”: Sebastiao Pinheiro. En Venezuela, el motor agroalimentario está orientado a impulsar la soberanía alimentaria desde la producción en los campos, el desarrollo de la agricultura urbana y la industria agropecuaria, a fin de resolver el problema central de la baja disponibilidad, acceso y control de los alimentos para la población, desde un enfoque de superación de la dependencia petrolera y el aprovechamiento de la inmensa capacidad productiva instalada en el país (Venezuela) como legado de la Revolución Bolivariana: Liccia Romero, presidenta de la Fundación para el Desarrollo de la Ciencia y la Tecnología del estado de Mérida (Fundacite). “Lo que hace la agroecología es revalorar y recrear el conocimiento ancestral, porque tiene esa profundidad de revalorar la vida en el campo, de revalorar al campesinado y de revalorar el conocimiento de los pueblos indígenas y sobre todo de la historia. Poder tener una vida sana, un suelo sano, una planta sana, ése es un buen vivir para nosotros. Entonces la agroecología es la construcción del buen vivir”: Antonio González Hernández, Red en Defensa de la Soberanía Alimentaria en Guatemala (MAELA). “La autonomía territorial nos lleva a situar a la agroecología en una discusión meramente geopolítica, como el zapatismo con sus regiones autónomas, donde también se utiliza la agroecología como una estrategia geopolítica. En los próximos años veremos el nacimiento de regiones basadas en cuatro principios: la autogestión, la autonomía, la autosuficiencia y la autodefensa. En México ya tenemos experiencias de este tipo y ahí es donde también debe de estar la agroecología”: Víctor Manuel Toledo, Instituto de Ecología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
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