El etiquetado de alimentos y bebidas con la información sobre contenido de azúcar, grasas y sal es incomprensible para 87 por ciento de los mexicanos y apenas 40 por ciento lo leen; 93 por ciento de las personas saben que el consumo de refrescos está relacionado con obesidad y diabetes, pero ese conocimiento no se ha traducido en un cambio de hábitos, pues más de 80 por ciento ingieren estas bebidas, reveló la Encuesta Nacional de medio camino para evaluar los avances de la Estrategia contra el Sobrepeso, Obesidad y Diabetes.

La investigación estuvo a cargo del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) y consistió en aplicar entrevistas en hogares a cerca de 30 mil personas. Los datos señalan que la prevalencia de diabetes parece que se ha empezado a estabilizar, con 9.4 por ciento de los individuos que tienen un diagnóstico de la enfermedad.

En la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut) 2012 se encontró que 9.2 por ciento de la población mayor de 20 años tenía la alteración metabólica, recordó ayer Pablo Kuri Morales, subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud.

En conferencia de prensa y acompañado de algunos de sus colaboradores, así como por Julio Sánchez, titular de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), Kuri señaló que las noticias no son tan buenas en cuanto al sobrepeso y obesidad. Aunque a nivel general se mantuvo la tendencia, con 72.5 por ciento (en 2012 la prevalencia era 71.3 por ciento), en el análisis de la información por grupos de edad se observa que aumentó en mujeres adolescentes y adultas. En las primeras el sobrepeso pasó de 23.7 por ciento en 2012 a 26.4 por ciento en 2016.

En las mujeres adultas, la obesidad subió de 82.8 a 87.7 por ciento en el mismo periodo, mientras que en los niños (hombres) se reportó un descenso del sobrepeso, de 19.5 a 15.4 por ciento. La encuesta detectó que sólo 17.2 por ciento de niños y niñas de entre 10 y 14 años son activos físicamente, pero entre sexos resulta que mientras 21.8 por ciento de los niños realizan ejercicio, apenas 12.7 por ciento de las niñas lo hacen.

Entre los adolescentes, la prevalencia de actividad física suficiente pasó de 56.7 a 60.5 por ciento entre 2012 y 2016. En los adultos, el aumento del algún tipo de actividad física fue de 84 a 85.6 por ciento.