En el Día Internacional contra la Corrupción, celebrado ayer, María Fernanda Garza, presidenta de la International Chamber of Commerce (ICC) en México, advirtió que en nuestro país la corrupción merma anualmente el producto interno bruto (PIB) entre 5 y 10 por ciento.

Antonio Luigi Mazzitelli, representante de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, dijo que el fenómeno disminuye la aprobación de los ciudadanos del sistema democrático. Llamó a fomentar una cultura de la legalidad y sostuvo que la corrupción existe no sólo entre las autoridades, también se da con cárteles de empresas.

En ceremonia celebrada en la Universidad Panamericana (UP), sostuvo que para combatirla, la herramienta más contundente a disposición de los ciudadanos es la denuncia. Cuando se denuncian y se hacen públicos los actos de corrupción, se puede romper la cadena de este delito.

Garza expuso que el problema está en todos los países, pero que es en las naciones en vías de desarrollo donde representa el mayor obstáculo para el desarrollo económico, político y social.

En términos económicos, explicó, reduce hasta en 5 por ciento la inversión, genera pérdidas de cerca de otro 5 por ciento en las ventas de las empresas, disminuye significativamente la productividad del capital, inhibe la creación de empleos bien remunerados y cuesta globalmente alrededor de la vigésima parte del PIB.

En México, agregó, es el principal problema estructural que enfrentamos para lograr el desarrollo. A pesar de que estamos dentro de las primeras 20 economías del mundo, nos encontramos también en la deshonrosa lista de los 20 países con servidores públicos más corruptos. Nuestro país tiene una calificación de 35 sobre 100 puntos en el Índice de Percepción de la Corrupción, y en está en la posición 98 de 168 países, según este índice desarrollado por Transparencia Internacional.

José Antonio Lozano Díez, rector de la UP, sostuvo que la corrupción lleva a las sociedades a la desigualdad, inseguridad e incertidumbre. Dijo que desde la universidad se trata de impulsar los cambios en los hechos humanos, en el comportamiento de las personas. Cuando nos damos cuenta de que siendo honestos alcanzamos nuestro mejor desarrollo personal, lograremos una sociedad mejor, más igualitaria, sin fugas económicas y con seres plenamente desarrollados.