Los malos resultados de México en la prueba del Programa Internacional para la Evaluación de los Alumnos 2015 (PISA, por sus siglas en inglés) se deben a la ausencia de un esquema educativo moderno –y no únicamente basado en la memorización de datos– y a la falta de inversión suficiente en el sector por parte del gobierno, consideró el rector general de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), Salvador Vega y León.

Consultado al término de un encuentro de discusión sobre federalismo, Vega destacó que el limitado nivel de muchos alumnos que llegan a educación superior es el resultado de una falta de inversión y de una política más clara en la formación de competencias específicas.

Para el rector de la UAM, los planes y programas de estudio que han querido volvernos enciclopedistas no han generado la materia para que recibamos buenos estudiantes. Seguir pensando en repetir y repetir para aprender no es el mejor método.

Por el contrario, afirmó, el sistema educativo mexicano debería concentrarse en formar a los alumnos en la manera de resolver problemas concretos, más que en el manejo de una cantidad excesiva de datos que a final de cuentas están disponibles en Internet para quien quiera revisarlos.

El caso de Finlandia, por ejemplo, propone nuevos modelos de formación a nivel superior, donde enseñar a resolver problemas es más productivo que seguir repitiendo contenidos, subrayó Vega, quien llamó también a establecer políticas de cero analfabetismo y a capacitar a los profesores.

En entrevista aparte, el ex rector de la Universidad Nacional Autónoma de México, Juan Ramón de la Fuente, estimó que los resultados de la prueba PISA –donde los alumnos mexicanos obtuvieron los últimos lugares en matemáticas, ciencia y habilidades de lectura– obedecen a que sigue vigente el mismo modelo educativo desde hace más de medio siglo.

A mí no me tranquiliza el que se nos diga que estamos esencialmente igual que hace 10 años. Eso es un retroceso porque como el resto del mundo sí avanza, entonces en realidad estás más atrás, y ahora hay otros países con economías mucho menos potentes que la nuestra que nos han rebasado, lamentó.