Ante la posibilidad de una eventual deportación de mexicanos que radican en Estados Unidos, una vez que asuma la presidencia el republicano Donald Trump, las instituciones de salud están listas para atender a los connacionales y mantener con aquel país la relación que durante años ha existido, que va más allá de un momento o una coyuntura, afirmó el secretario de Salud, José Narro Robles.

Resaltó que la vecindad geográfica ha generado historias comunes entre ambos países, las cuales no se pueden transformar de la noche a la mañana, aunque reconoció la libertad que tienen las naciones de decidir sobre lo que más les convenga.

En el caso de México, en específico del sector salud, vamos a seguir viendo por los mexicanos, por los que regresen. Reiteró que la sanidad es un igualador social y provoca que se establezcan relaciones que están por encima de cualquier diferencia política o ideológica.

De hecho, los temas sanitarios han contribuido a establecer vínculos entre las naciones, forman parte de la globalización y repercuten en ella, indicó el funcionario durante una conferencia de prensa efectuada en la sede de la Secretaría de Salud (Ssa).

Ahí, Narro comentó sobre los retos que enfrenta el sistema nacional de salud. Dijo que en este ámbito los desafíos están siempre presentes. Aunque en algunos aspectos ha habido progresos relevantes, también es cierto que siempre hay espacios para seguir avanzando. Es el caso de la reducción de la mortalidad infantil.

En otros temas como el sobrepeso, la obesidad y la diabetes, advirtió sobre las graves repercusiones que tienen en la salud y la vida de las personas. En lo que va del siglo (2000 a 2016), dijo, han muerto un millón 100 mil individuos a causa de la diabetes tipo dos.

Comentó que, según datos preliminares de la Encuesta de medio camino para conocer la situación del sobrepeso, la obesidad y la diabetes, parece que la prevalencia de diabetes no ha crecido, aunque el número de muertes sigue al alza.

Narro señaló que los datos concretos se podrán conocer en las próximas semanas, ya que el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) concluyó el trabajo de recopilación de la información.

El secretario planteó que se mantendrán las acciones para prevenir y detectar la diabetes en sus etapas iniciales y se pondrán en marcha algunas otras para enfrentar la enfermedad, que es considerada por la Organización Mundial de la Salud como una epidemia global.

Recordó que entre 1988 y 2015 la mortalidad por la alteración metabólica aumentó más de seis veces. Es un gran problema y por eso la decisión de emitir una declaratoria de emergencia epidemiológica por ese padecimiento.