La coordinadora de gabinete de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), Gabriela Ramos, afirmó que para avanzar en los resultados educativos se necesitan las tres c: consistencia, coherencia y continuidad. Aseguró que por vez primera México tiene una reforma de gran calado, pero se tiene que implementar, porque hay una hoja de ruta y se debe acelerar el paso.

En entrevista, agregó: No esperaría que la modificación en la materia fuera ignorada por cualquier siguiente gobierno (en México). Es un cambio constitucional y hay que cumplirlo. El compromiso debe asumirse. La administración actual está haciendo todo lo posible por avanzar lo más que se pueda. Tener conciencia de que cambios de rumbos nada más porque no nos gusta la administración anterior dañan al sistema educativo y a los estudiantes.

Cuestionada sobre los factores que pueden incidir en la continuidad o no de la reforma educativa, impulsada por la administración peñista que concluirá en 2018, aseguró: “Estamos en un momento clave, en uno que puede ser muy promisorio, porque hay una modificación que tiene las mejores prácticas, el enfoque en la calidad, en los maestros, en apoyar a las escuelas en desventaja y un sistema que se busca orientar al mérito.

Tenemos una reforma de gran calado, no en los discursos ni en los desplegados, ni en la politización del debate educativo. Ya la tenemos y hay que implementarla. Hay una hoja de ruta para México, pero debe ser consistente. Es lo único que nos puede dar resultados.

La funcionaria de la OCDE calificó de positiva la renuncia de Agustín Carstens del Banco de México para ir a encabezar el Banco de Pagos Internacionales. Aseguró que en la OCDE siempre hemos creído en las instituciones fuertes, más allá de los liderazgos.

Destacó: Estamos muy orgullosos. Sinceramente, es una distinción que nos llena de orgullo. Agregó que en la OCDE “siempre hemos dicho que para avanzar en el desarrollo se necesitan instituciones sólidas, autónomas, eficientes, que no dependen de un liderazgo, y el Banco de México es una institución muy sólida que tiene cuadros de primer nivel (…) Siempre hay reacciones y volatilidad del mercado, pero esto no va a afectar ni la imagen ni las capaciades del banco central”, concluyó.