Propuesto por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el Colegio Mexicano de Abogados y diversas organizaciones defensoras de los derechos humanos al cargo de fiscal anticorrupción, Ricardo Peralta Saucedo pidió al Senado que haya piso parejo para todos los aspirantes y se elija el mejor perfil, a alguien desligado de los partidos políticos y con fuerte respaldo ciudadano.

Demandó, asimismo, que el Senado no retrase indefinidamente la decisión de nombrar al titular de la fiscalía especializada en el combate a delitos de corrupción, luego de que la Junta de Coordinación Política de esa cámara determinó llevar el proceso al próximo periodo de sesiones, que se iniciará en febrero.

Comentó que son dos meses de diferencia y, aunque el Senado es autónomo para tomar decisiones, de forma respetuosa le haría notar que la ciudadanía tiene prisa y está apremiando para que haya un fiscal anticorrupción autónomo, no uno a modo, que ayude a combatir ese gravísimo problema.

Abogado, litigante y catedrático de la UNAM, Ricardo Peralta comenta en entrevista que se preparó desde hace tiempo para contender por ese cargo y dejó el servicio público hace un año para centrarse en sus tareas académicas.

Es uno de los 32 candidatos inscritos en el Senado, de entre los que se elegirá al fiscal anticorrupción. Recalca que, a su juicio, uno de los requisitos que deben reunir los aspirantes es no tener nexos con partidos políticos ni ser servidor público en activo, para que llegue libre, sin dueño.

–¿No teme que impere el reparto de cuotas en el Senado?

–Por supuesto que es preocupante eso de los cuates y las cuotas, pero creo que la Junta de Coordinación Política del Senado tiene claro que el fiscal anticorrupción debe tener un perfil ciudadano, sin ningún nexo político. Si empezamos mal, seguramente el resto de los nombramientos del Sistema Nacional Anticorrupción y el sistema mismo tendrán el mismo fin.

El fiscal anticorrupción requiere el respaldo de la ciudadanía. Ese será su mayor blindaje, aseveró.

Peralta Saucedo explicó que decidió participar porque considera que tiene el perfil adecuado, ya que cuenta con experiencia tanto en el sector público como en el privado, en temas de procuración de justicia. Entre su experiencia destaca haber participado en la creación del instituto para el combate a las drogas.

Participó también en la instauración del proceso de investigación a servidores públicos de la Procuraduría General de la República (PGR) a través de la figura de asuntos internos.

Sobre la labor del fiscal anticorrupción, comentó que una vez nombrado lo primero que deberá hacer es revisar el marco jurídico para dar más dientes a ese organismo, porque como está en la actualidad seguirá siendo un apéndice de la PGR.

Entre sus propuestas está que el fiscal anticorrupción intensifique el seguimiento de bienes y propiedades de servidores públicos o particulares producto de la corrupción, se les aplique la extinción de dominio y dedicar los recursos que se obtengan de ello a educación y cultura, así como a recuperar a niños en situación de calle.

Actualmente coordina en la Facultad de Derecho de la UNAM un diplomado del Sistema Nacional Anticorrupción, para capacitar a los servidores públicos y a todos los interesados en el tema.

Soy un convencido de que el problema de la corrupción se combate con educación, destacó.