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FIL 30

Traduce lo que pasa en el oído sin caer en lugares comunes

Sala de redacción, alto ejercicio literario de Pablo Espinosa: José Gordon
Corresponsal
Periódico La Jornada
Domingo 4 de diciembre de 2016, p. 3

Guadalajara, Jal.

La presentación del sexto libro de Pablo Espinosa, Sala de redacción, editado por la Secretaría de Cultura, convirtió el salón Alfredo R. Plascencia de la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara en una improvisada y divertida emisión no televisada de La oveja eléctrica, progra- ma de ciencia y pensamiento del Canal 22, con Pepe Gordon y la guitarra de Fernando Rivera Calderón incluidos.

“Los murciélagos tienen la posibilidad de ver por los oídos, emiten un sonido que rebota y estas alas que vuelan –les llaman sombras en la noche– ven perfectamente el entorno. La crítica musical tiene que hacer ese ejercicio de traducir lo que pasa en el oído para que nosotros podamos ver sin caer en lugares comunes. Esto representa uno de los más altos ejercicios de la literatura, sobre todo en los momentos en que se hace desde la sala de redacción”, dijo Gordon.

Mientras los acordes de Rivera parodiaban la canción Across the universe: “Es el universo como un verso sin anverso, ni reverso y sin esfuerzo se desdobla en espiral, todos lo sabrían si fumaran de esta mota que te pone como idiota…”, Gordon insistió sobre los motivos de Espinosa, editor de la sección cultural en La Jornada.

El gran reto es hacer literatura con el periodismo, eso es básicamente lo que busca Pablo Espinosa con el periodismo cultural (...) Este es un oficio de compartir y lo que estamos viendo es la forma generosa en que Pablo nos está hablando de sus registros más finos, abundó Pepe Gordon.

El libro, prologado por Elena Poniatowska, quien se pregunta si Espinosa es un melómano de hueso colorado o un crítico de música que abarca todas las artes, es una colección revisada por el autor de varias de sus crónicas que no sólo se detienen en la expresión musical, ni siquiera sólo la artística, sino que incluye una entrevista con Kapuscinski, en 2003, cuando el mejor reportero de la historia tenía 80 años de edad.

Una semana con Arvo Pärt, David Jones pone en escena sus sueños, Con Saramago en Estocolmo, La magia de los Stradivarius, “María Callas La Diva”, James Brown en concierto y el iPod en modo aleatorio: esa caja de sorpresas, forman parte del ejemplar de 328 páginas con al menos 60 crónicas tan diversas en los géneros como la música misma, que es mayoría en los relatos.

“¿Desprestigiaría a la Academia Sueca premiar a Dylan? La respuesta está en el viento (...) Por lo pronto, las argumentaciones sólidas, los elementos de juicio, las evidencias están plasmadas en un libro de mil 264 páginas, Bob Dylan. Letras. 1962-2001”, anticipa Espinosa en uno de sus textos, publicado en marzo de 2012 en la Revista de la Universidad, cuatro años antes de que se volviera realidad.