Sábado 3 de diciembre de 2016, p. a16
Partituras descubiertas en los años recientes, fragmentos tachados por el autor, movimientos de sonatas abandonados, composiciones provenientes del Cuaderno de Notas de Nannerl, guiños, atisbos, destellos. Alumbramientos.
Un nuevo Mozart habemus.
El lunes 5 de diciembre se cumplen 225 años del deceso de uno de los autores que cambiaron al mundo para hacerlo mejor: Joanness Chrysostomus Theophilus Mozart, mejor conocido como Wolfgang Amadeus Mozart, mejor conocido como Wolfangus Amadeus Muzartus (así se nombraba él mismo, entre otras muchas variantes divertidas), mejor conocido como Volfi (así lo llamaba su mujer).
Las poderosas disqueras Decca Classics y Deutsche Grammophon se unieron para editar la más grande, asombrosa, completa edición de obras de compositor alguno en la historia: W.A. Mozart the New Complete Edition, se titula este magno proyecto que se preparó especialmente para la efeméride.
Supera a todas las grandes ediciones discográficas realizadas a la fecha, entre ellas esa fabulosa maleta Bach, la fabulosa Bach Edition 2000 donde la disquera Teldec reunió las obras completas del fundador de la cultura musical de Occidente, en 153 cidís, agrupados en una caja gigantesca en forma de veliz de viaje, pero que se podía adquirir por separado en cada una de sus 12 cubos que agrupan las obras de manera específica.
Supera también a la anterior, monumental, colección que recuperó en 1991, las obras completas hasta ese momento conocidas de la autoría de Volfi.
The Complete Mozart Edition, la joya de la corona de la disquera Philips Classic Records, se publicó en ocasión del bicentenario luctuoso del compositor austriaco.
Ahora, 25 años después, nos encontramos frente al tesoro completo: 200 cidís en una sola caja donde cabe el asombro entero. La cantidad de sorpresas, rarezas, privilegios, es inagotable.
Se trata de una edición limitada y numerada, con 240 horas de música de Mozart, interpretada por unos 600 músicos, los mejores mozartianos y el diseño del sonido de los discos atiende a los descubrimientos técnicos recientes que rinden una calidad auditiva casi mágica.
He aquí un breve inventario del fabuloso contenido de esta Caja Mozart 225:
Todas las obras que escribió Mozart, y por vez primera en disco los arreglos que a obras suyas hicieron Bach y Handel.
Más de un centenar de fragmentos, añadiduras que han hecho a obras de Mozart otros compositores y algunas partituras de las que se tienen dudas de autenticidad, para que el escucha saque sus conclusiones.
Treinta de esos cidís contienen versiones diferentes a las conocidas. Cinco horas de música interpretada en los instrumentos en los que Mozart hizo a su vez su música. Estrenos mundiales de las partituras que se acaban de descubrir en distintos puntos de Europa. Todas las sinfonías y conciertos, con instrumentos de época.
Setenta por ciento de estas grabaciones son distintas a la Edición Philips de 1991, que sigue siendo el referente mozartiano en disco. Se unen al proyecto otros 17 sellos discográficos para acumular más tesoros.
La caja incluye dos libros fabulosos, en pasta dura, uno con la nueva biografía de Mozart, escrita por Cliff Eisen, además de ensayos a cargo de expertos. También, obras de arte enmarcables, además de dos manuscritos de Volfi: una partitura y una carta al padre.
Los intérpretes: los mejores en el planeta. Algunos de ellos, en orden alfabético: Claudio Abbado, Karl Böhm, Cecilia Bartoli, Alfred Brendel. Los recientemente desaparecidos sir Neville Marriner (director musical del filme Amadeus) y Christopher Hogwood, defensor del sonido de época. Destaca, también, el cantante mexicano Rolando Villazón, quien aparece además en la fotografía, incluida en esta página, durante la presentación en sociedad de esta maravillosa Caja Volfi.
Esta preciosura cuesta 317.20 libras esterlinas: 8 mil 167 morlacos mexicanos, en la tienda web.
Modestamente, el Disquero adquirió los dos discos en solitario que se venden por separado en iTunes, y que son de los más apetecibles de toda la caja:
Mozart Instruments, se titula uno de estos dos discos y tiene la particularidad de que la música de Volfi suena como sonaba cuando el propio autor tocaba los instrumentos que se utilizaron en la grabación de este álbum.
El otro se titula Fragments and Discoveries y es una auténtica maravilla: los hallazgos recientes, las obras que el mundo no conocía hasta hace pocos años y meses.
Este disco se inicia con el material del Cuaderno de notas de Nannerl, es decir, las obras primerísimas que concibió Volfi y como no sabía todavía escribir, pues era casi un bebé, su padre, Leopold, anotaba esas creaciones que canturreaba Volfi, en un cuaderno donde el amoroso padre apuntaba las lecciones musicales para su hija Maria Anna, mejor conocida como Nannerl.
Otra noticia grandiosa que encierra esta caja Volfimágica, es que el segundo de los libros arriba mencionados se titula New KBook, siendo K la inicial del apellido del señor Ludwig von Köchel (1800-1877), quien, en 1862, se puso a ordenar todas las obras de Mozart conocidas: 626, y las numeró anteponiendo la letra K, la inicial de su apellido, en lugar del acostumbrado opus (obra) latino en la mayoría de los compositores.
Algunas veces se añade la letra K, otras las letras KV, siendo V la inicial de la palabra alemana Verzeichnis, que significa índice. Así que el Nuevo Keibuk (New KBook) contiene las obras completas actualizadas del gran Volfi, nuestro Volfi.
De manera tal que ¡Nuevo Volfi habemus!