Luego de recibir el pasado domingo el reconocimiento como la mejor sablista juvenil del mundo en 2015-16 por la Federación Internacional de Esgrima, la mexicana Tania Karina Arrayales (20 años) se dijo comprometida para mantener el nivel, ahora en la categoría mayor, a la que pasará cuando abandone la etapa en la que fue premiada.

En entrevista telefónica, ella desde España, donde lleva dos años entrenando bajo la supervisión del preparador local José Luis Álvarez, la deportista se mostró orgullosa de que con esos reconocimientos la esgrima nacional vaya consolidándose en un lugar de privilegio en el ámbito mundial.

Es importante, porque antes México era visto como uno más de los participantes en las competencias internacionales, pero paulatinamente nuestro nivel ha crecido y ahora ya nos ubican como uno de los rivales a vencer, expuso Arrayales.

La participante en Río 2016 –llegó a dieciseisavos de final ante la rusa Yana Egrian– tuvo una temporada de éxitos al culminar en la primera posición de las Copas del Mundo juveniles en Plovdiv, Bulgaria, y Segovia, España, donde enfrentó a las mejores del orbe, además de ganar la plata en la Copa del Mundo en Dormagen, Alemania.

Ahora la tijuanense se prepara para venir a México la próxima semana para cerrar la temporada en el Grand Prix de Sable, del 16 al 18 de diciembre en Cancún, en el que participarán por lo menos 20 medallistas olímpicos provenientes de 60 países.

En su oportunidad, el entrenador Álvarez apuntó que la esgrima mexicana tiene un gran talento que, de ser trabajado adecuadamente, pueden lograrse mejores resultados en la temporada, ya que la entrega y la disciplina con la que se trabaja es especial.

No tenemos techo con estas mexicanas por lo que a su desarrollo se refiere, ya que el programa de trabajo posee metas y objetivos, pero en este caso las pueden cumplir antes de tiempo y por eso es mejor dejar abierta esa posibilidad para que escalen lo más alto posible, comentó Álvarez.

Tanto el preparador ibérico como Tania esperan participar en el certamen de México en las mejores condiciones, ya que el país se caracteriza en el ámbito mundial por ser un buen anfitrión.