La Paz.

Durante más de medio siglo, Fidel Castro tuvo un papel central en la política de América Latina. Su fallecimiento, anunciado la noche del viernes, causó dolor y honores entre los gobernantes y personalidades del hemisferio que admiraron su gobierno y su legado político, y escuetas condolencias de una minoría de gobernantes que no comparten posturas políticas.

El presidente de Bolivia, Evo Morales, definió al líder de la Revolución Cubana de gigante de la historia que enseñó a defender la dignidad de los pueblos del mundo. Morales, que solía referirse a Castro como abuelo sabio, destacó en un acto público en Ivirgarzama, en el trópico boliviano, que el padre de la Revolución Cubana nos ha guiado a levantar la voz frente a quienes imponen políticas de dominación y robarnos y saquearnos nuestros recursos naturales.

Su par venezolano, Nicolás Maduro, decenas de seguidores y médicos cubanos rindieron el sábado en la noche un homenaje póstumo a Castro en el mausoleo donde reposan los restos de Hugo Chávez. Maduro visitó a Castro en agosto pasado, cuando celebró su cumpleaños 90, y tuvo lugar su última aparición pública.

El gobierno venezolano decretó tres días de duelo nacional para honrar la memoria y el legado eterno de Castro, quien fue amigo de Chávez, con quien estrechó los lazos comerciales y el intercambio de profesionales de la salud y la educación.

Murió el más grande de todos los latinoamericanos; y el líder cubano fue siempre una voz de lucha y esperanza, dijo el ex presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva.

Su sucesora, la destituida ex gobernante Dilma Rousseff, expresó: Fidel fue uno de los políticos contemporáneos más importantes y un visionario que creyó en la construcción de una sociedad fraterna y justa sin hambre ni explotación en una América Latina unida y fuerte.

El presidente brasileño, el derechista Michel Temer, a quien Rousseff acusa de haber impulsado un golpe parlamentario en su contra para asuir el Ejecutivo, indicó: Fidel Castro fue un líder de convicciones. Marcó la segunda mitad del siglo XX con la defensa firme de las ideas en las que creía.

Juan Manuel Santos, presidente de Colombia expuso: Castro reconoció al final de sus días que la lucha armada no era el camino, por lo que contribuyó así a poner fin al conflicto colombiano.

El máximo comandante de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), Timoleón Jiménez, Timochenko, tuiteó: Ha partido uno de los grandes hombres de América y el mundo. ¡Gloria eterna a su memoria! ¡Viva Fidel, Carajo!, mientras el negociador de las FARC, Iván Márquez, resaltó que el acuerdo de paz para dejar atrás una guerra de más de 50 años es un homenaje a Castro. Gracias, Fidel, por su inmenso amor por Colombia. Que el acuerdo de Paz de la Habana sea nuestro postrer homenaje.

El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, quien se identifica como un socialista del siglo XXI, tuiteó: Se fue un grande. Murió Fidel. ¡Viva Cuba! ¡Viva América Latina!

La ex presidenta argentina Cristina Fernández escribió en Twitter: Fidel y Cuba ingresando definitivamente en la historia grande. Junto a su pueblo, ejemplo de dignidad y soberanía.

El presidente argentino, Mauricio Macri, usó la misma red y fue parco: Mis condolencias al gobierno cubano por el fallecimiento de Fidel Castro.

En un telegrama dirigido a Raúl Castro, el papa Francisco expresó: Mi sentimiento de pesar a su excelencia y su familia. En señal de su estima personal, el Papa argentino firmó el telegrama, rompiendo con la práctica habitual del Vaticano de que el secretario de Estado vaticano envíe tales mensajes. Francisco se reunió con Castro en Cuba en septiembre de 2015.

Pepe Mujica, ex mandatario uruguayo, declaró a dos canales de televisión locales: Hay en Fidel, y con él en una parte muy importante del pueblo cubano, una estatura de Quijote porque le tocó vivir un largo periodo de su historia desafiando a la primera potencia mundial que la tenía enfrente. No es problema sencillo tener coraje de decisión y capacidad de resistencia como para un dilema de esa época.

Se sumaron al coro de líderes que expresaron sus condolencias por el deceso de Castro, los mandatarios de Chile, Michelle Bachelet; el peruano, Pedro Pablo Kuczynski; el salvadoreño, Salvador Sánchez Cerén; el uruguayo, Tabaré Vázquez; el nicaragüense, Daniel Ortega, y el guatemalteco, Jimmy Morales, entre otros.

Sigue la represión

Mientras, grupos de derechos humanos consideraron que tras la muerte de Fidel Castro, su hermano y sucesor, Raúl Castro, se moverá con rapidez para permitir que los cubanos tengan mayor libertad de expresión, asamblea y otros derechos básicos. La pregunta ahora es ¿cómo se verán los derechos humanos en la Cuba del futuro?, dijo Érika Guevara-Rosas, directora para las Américas de Amnistía Internacional. La vida de muchas personas depende de esa respuesta.

José Miguel Vivanco, director de las Américas de Human Rights Watch, dijo que el gobierno cubano sigue reprimiendo individuos y grupos que critican al gobierno o lo señalan por derechos humanos.