Presenta Monte Fénix planes de formación de profesionales
Jueves 24 de noviembre de 2016, p. 5
La combinación de tecnología, juventud y drogas da por resultado nuevas formas de consumo y mayor riesgo de adicción. Si en lugar de fumar mariguana se vaporiza e inhala, la potencia del estupefaciente aumenta y el usuario obtiene el mismo efecto en sólo tres segundos, advirtió Benjamín García, especialista en adicciones de Monte Fénix.
Cada vez es más frecuente este consumo en jóvenes que consiguen los dispositivos (vaporizadores e inhaladores) en Estados Unidos o por Internet. Al menos esa es la experiencia de la asociación civil, que ofrece servicios de rehabilitación a un sector de la población que puede pagar 180 mil pesos por un tratamiento integral de 45 días.
El experto comentó que en los 10 años recientes han surgido nuevas alternativas para el consumo de sustancias legales e ilegales; entre ellos están los cigarros electrónicos, que al principio se anunciaban como dispositivos que carecían de riesgo para la salud por la ausencia de humo.
Ahora se sabe que son tan dañinos como los cigarros normales. El problema es que de ahí surgieron mecanismos diferentes para el consumo de alcohol o mariguana, comentó.
García explicó que mientras las bebidas alcohólicas tardan de 10 a 15 minutos en provocar el estado de embriaguez, porque hacen un recorrido por estómago, hígado y corazón antes de llegar al cerebro, cuando se consume en forma de vapor se va a los pulmones y de ahí directo al sistema nervioso central con mayor potencia.
El mayor crecimiento de estas nuevas formas de consumo de sustancias se ha dado en los cinco años recientes y cada vez se han ido refinando, al grado de que un joven puede tener un disparador parecido al que usan las personas con asma y consumir la cannabis en el asiento trasero del coche de sus papás o en el salón de clase sin que nadie se percate.
En conferencia de prensa, donde Monte Fénix informó de los programas educativos que ofrece para la formación de profesionales en el manejo de las adicciones, Perla Pérez, rectora del Centro de Estudios Superiores de la institución, resaltó que en México hay un especialista en atención y rehabilitación por cada 6 mil pacientes.
Este dato da cuenta de la dificultad que existe para enfrentar un problema creciente como es el consumo nocivo de alcohol. De acuerdo con el Instituto Nacional de Abuso de Drogas, cuatro de cada 10 niños que empiezan a beber antes de los 15 años de edad se vuelven adictos; y las bebidas embriagantes, junto con el tabaco, son la puerta de entrada a sustancias ilícitas.
La Encuesta Nacional de Adicciones de 2011, la más reciente, señala para ese año que 4.9 millones de mexicanos eran dependientes del alcohol y 550 mil adictos a una droga ilegal.