Con la consigna ¡ya basta!, habitantes del Centro Histórico de Coyoacán y colonias del Pedregal de Santo Domingo bloquearon calles y accesos a la sede delegacional, por el incremento de la inseguridad, la excesiva mercantilización de los espacios públicos y el desbordamiento de romerías en la zona.

El viernes pasado hubo un asesinato a una cuadra de las oficinas de la delegación, antes de las seis de la tarde, cuando se empieza a llenar de visitantes. A la mañana siguiente hubo un intento de asalto a una notaría, a dos cuadras, sin que las autoridades hagan algo al respecto, recriminó Adriana Morán, de la colonia El Carmen, quien refirió que esos son los casos más sonados y que han salido a la luz pública, pero se han perpetrado otros delitos.

Detalló que desde hace dos meses han denunciado el robo de autopartes, pero lejos de detenerse este ilícito, ahora se llevan los vehículos completos. Hoy protestamos porque queremos condiciones mínimas de seguridad, que los vecinos podamos salir con tranquilidad de nuestras casas y que los turistas disfruten de este sitio patrimonial sin problemas, apuntó.

Juan Manuel Contreras, de Villa Coyoacán, aseguró que se han tenido mesas de trabajo con la delegación, ante el incremento de robo a transeúntes, negocios y casas habitación, pero no ha dado resultados.

La inseguridad no fue el único problema que sacó a las colonos de sus casas. Otra queja recurrente es el uso y lucro indiscriminado del espacio público, sobre todo en el área de los jardines, en los que no hay fin de semana que no haya carpas de alguna feria.

Antes había artesanos, que costó mucho trabajo reubicar, para que la gente pudiera disfrutar de los jardines, pero ahora traen toldos y ponen todo tipo de puestos. El Día de Muertos fue una locura; vivo a tres cuadras y no podía entrar ni salir de mi casa. Se va una feria y llega otra, expresó Amanda Santos.

Al descontento con las romerías se suma el desbordamiento del comercio ambulante en todas las calles del Centro Histórico y la presencia de los acomodadores de vehículos.

En la protesta también participaron integrantes del bazar de artesanías, quienes denunciaron que las personas que ocupan la parte baja del mercado son acosados por gente afín a las autoridades delegacionales, para que desocupen sus locales.

Nosotros tenemos un convenio, pero nos están haciendo la vida de cuadritos, porque quieren vender nuestros espacios; ya lo hicieron en la parte de arriba. Tenemos cinco días sin luz, aun cuando pagamos nuestros impuestos, se quejaron.

Desde las ocho de la mañana y hasta el mediodía, los colonos cerraron las calles Allende y Aguayo, así como los accesos a la sede delegacional, sin que ningún funcionario saliera a atender sus demandas.