La Paz, BCS.

El titular de la Secretaría de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, dijo que cuando hay coordinación y confianza entre el gobierno federal, los estados y municipios se pueden dar buenas cuentas a la ciudadanía en el tema de seguridad.

Sin triunfalismos, el encargado de la política interior del país destacó los resultados que se tienen en La Paz –uno de los 50 municipios más violentos del país–, donde el número de asesinatos relacionados con el crimen organizado ha disminuido en los meses recientes.

El político hidalguense dirigió en esta ciudad una reunión del gabinete federal de seguridad con el grupo de coordinación del estado, que encabeza el gobernador Carlos Mendoza Davis, para la evaluación de la estrategia puesta en marcha en los 50 municipios donde se concentran 42 por ciento de los homicidios dolosos del país.

Expresó que los efectos de la estrategia en La Paz son satisfactorios en ese y otros indicadores, así como en el trabajo de coordinación entre las corporaciones de seguridad de los tres niveles de gobierno y las fuerzas armadas, por lo que es el camino que se debe seguir en los otros 49 municipios.

A pregunta expresa, Osorio Chong señaló que el gobierno de la República respaldará a los estados con los municipios más violentos de México, pero no pueden estar las fuerzas federales, nuestras instituciones, el Ejército Mexicano, la Marina, la Policía Federal en todo el país todo el tiempo, porque no hay suficiencia para hacerlo, por eso comprometemos mucho a los gobiernos a que hagan lo que les toca.

No obstante, dijo que en esta entidad las fuerzas federales estarán el tiempo que se requiera de acuerdo con las instrucciones del Presidente de la República, pero existe el compromiso del gobernador de equipar, preparar y tener un mayor número de elementos en los municipios mientras continúe el actual sistema de seguridad.

Mencionó que lo no hecho a tiempo provoca que se deba comenzar de cero y ejemplificó que en Baja California Sur el gobernador Carlos Mendoza encontró un estado con estadísticas negativas, porque los policías no tenían dónde capacitarse, no había revisión de elementos ni una agencia antisecuestro, de manera que parecía que no pasaba nada y nunca iba a suceder nada.