La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) solicitó a la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) y a las autoridades fronterizas vigilar y reforzar diversas medidas para la protección de las garantías básicas de los connacionales que son deportados, cuyo número pudiera incrementarse tras el cambio en el escenario político de Estados Unidos.

Édgar Corzo, quinto visitador del organismo nacional, expresó su preocupación por las nuevas condiciones políticas y advirtió que ya en este año se prevé que la cifra de connacionales deportados de Estados Unidos rebase por segundo año consecutivo los 200 mil mexicanos.

En 2015 la cifra llegó a 207 mil 398 deportaciones de connacionales; al cierre del mes de octubre de este año, el número ya ascendía a casi 180 mil registros.

Además, expresó que en el organismo nacional hay gran preocupación por actos de discriminación que pudieran arreciar contra connacionales que viven en Estados Unidos, por la política antimigrante que ha enarbolado el presidente electo Donald Trump.

Explicó que lo que se busca es prevenir algún problema humanitario que agravaría las condiciones de diversas regiones del país, pero principalmente las fronterizas, donde pudieran quedarse quienes fueran deportados.

Además, informó que por instrucciones del ombudsman nacional, Luis Raúl González Pérez, se ha pedido a las oficinas regionales que tiene la CNDH en diversas ciudades fronterizas con Estados Unidos redoblar sus tareas y atención ante la eventualidad de que se actualice alguna circunstancia de discriminación en contra de nuestros connacionales.

De ninguna manera somos ajenos a esta inquietud generada en nuestros connacionales, dijo Édgar Corzo, visitador que atiende directamente el tema de migración en la CNDH.

Precisó que las autoridades mexicanas, ya sea federales o locales, deben reforzar diversas tareas y programas de atención a los mexicanos que son deportados. Citó el caso específico de documentos de identificación, pues cuando se da su retorno obligado a territorio nacional, en muchas ocasiones no portan ningún papel que acredite su identidad.

Mencionó que la carta consular, cuando los deportan, les sirve sólo en la frontera, pues pierde su valor en cuanto se interna unos kilómetros en el país. Llega el momento en que no tiene ningún documento de identidad, señaló el visitador Corzo.