La dirigencia nacional del Partido de la Revolución Democrácita (PRD) admite que vive uno de sus momentos más difíciles, por lo que requiere alianzas electorales.

En diversos discursos, Alejandra Barrales, presidenta del sol azteca, ha reconocido que con una buena campaña no les podría ir tan mal en 2018. Yo no podría decir si el PRD puede ganar la Presidencia de la República, (si) puede ganar o no los procesos electorales de 2017, pero sí que va a ser promotor fundamental del cambio que urge al país.

De acuerdo con Barrales, en el PRD requieren ser autocríticos. Tenemos que asumir la parte en la que nos hemos equivocado, replantear la ruta. No es uno de nuestros mejores momentos; por el contrario, es uno de los más difíciles que hemos vivido como partido. Y estamos ante la posibilidad de no levantarnos, de creer que la crisis nos deja en el piso o bien es una oportunidad para replantearnos y retomar nuestros objetivos.

En su análisis, la perredista admite que se han unido en posiciones inimaginables como izquierda: hemos ido en alianza con la derecha, con la cual hemos intentado diferentes alternativas, a veces con la ultraderecha. Y hemos ido unidos más con otras izquierdas, pero esto va más allá: tiene que ver con reconocer que urge unirnos para generar una ruta diferente para el país.

En cuanto a 2018, ha expresado que si hoy fueran las elecciones ninguna fuerza política por sí sola podría ganar la Presidencia. Y advierte sobre la posibilidad de que esos comicios se ganen con 8.5 millones de votos debido a la división de las posiciones, lo que significaría una considerable baja en comparación con lo alcanzado en 2012.

En el mejor de los escenarios, según Barrales, el PRD podría alcanzar 6.5 millones de votos, en términos muy conservadores.

Los perredistas han iniciado negociaciones con los partidos Movimiento Ciudadano, del Trabajo y Acción Nacional para construir un amplio frente opositor. Ayer realizaron un simposio internacional para defender los derechos y la presencia de las mujeres en la política.