Wendy Ramos, fundadora de Bolaroja, impartió clase magistral
Domingo 13 de noviembre de 2016, p. 9
A la actriz, guionista y comunicadora Wendy Ramos (Lima, Perú, 1969) el clown le cambió la vida, ayudándola a ver y entender al mundo de otra manera y conocer el interior de sí misma.
La fundadora de la escuela de clown Bolaroja es una de las artistas participantes en el Cuarto Encuentro Internacional de Clown organizado por el Centro Cultural Helénico y el Centro Nacional de las Artes, e impartió la clase magistral Clown todo terreno: hospitalario vs escénico clown.
La creativa expuso a los asistentes, reunidos en el foro La Gruta del Centro Cultural Helénico, parte de su trayectoria, y por medio de dinámicas colectivas expuso las diferencias entre el clown escénico y el humanitario, la importancia de ver y escuchar al otro, así cómo a partir del universo de cada persona ésta pueda tener una transformación positiva.
Relató que lleva más de dos décadas haciendo presentaciones, tanto en televisión como en teatro, e indicó que inició su carrera con el grupo Pataclaun, formado en la capital de su país por jóvenes universitarios, con el que se resucitó el arte del payaso para el público peruano, primero con funciones teatrales y luego con un programa de televisión al finales de los años 90.
Indicó que el arte clown no sólo lo ha empleado para entretener y estar en contacto con su público, sino para aliviar problemas sociales. “En 2001 inicié un proyecto personal con el nombre Bolaroja: al principio se trató de un lugar donde podría enseñar clown, género que incursiona perfectamente en el campo social”, detalló.
Compartió algunos de sus proyectos, como Doctores Bolaroja, programa de visitas semanales a hospitales públicos; Bola de Luna, donde un grupo de paya-sos hacen visitas musicales nocturnas a pacientes adultos con la finalidad de aliviar, calmar y espantar los malos sueños; e Intervenciones comunitarias, que consiste en visitas que ella junto con 120 personas de 17 países hacen a lugares de tensión, como hospitales mentales, cárceles o barrios marginales.