Durante la cuarta jornada de las audiencias públicas para el análisis del Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (ATP) en el Senado hubo críticas de legisladores y productores del campo a la forma en que se negoció ese tratado de libre comercio y la exigencia de llevar a cabo una consulta nacional para determinar la conveniencia de ratificarlo.

Ante representantes de la Secretaría de Economía (SE), el coordinador del Partido del Trabajo, Manuel Bartlett, advirtió que se tiene que dar a conocer con toda veracidad si el ATP le hace o no daño al país y a los mexicanos.

Agregó que en las anteriores audiencias públicas, las propias autoridades que negociaron el tratado han reconocido que no se pueden permitir determinadas cosas y, por tanto, se debería estar abierto a realizar modificaciones a ese acuerdo, les guste o no les guste.

Bartlett recalcó que debe tomarse en cuenta que es muy probable que Estados Unidos ya no firme ese acuerdo, según expresó su presidente electo, Donald Trump.

Igualmente, Víctor Suárez Carrera, director ejecutivo de la Asociación Nacional de Empresas Comercializadoras de Productores del Campo, comentó que todo el proceso de negociación del ATP fue secreto, a espaldas de la sociedad, por lo que se requiere abrir una consulta nacional; sobre todo, dijo, porque es igual de dañino que el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), que en los últimos 22 años registra un déficit acumulado de 61 mil millones de dólares en la balanza agroalimentaria.

Al respecto, el senador Ascensión Orihuela, del Partido Revolucionario Institucional, recordó que cuando se firmó el TLCAN surgieron programas de apoyo para atender a los sectores desprotegidos, como Procampo.

El negociador del ATP de la SE, Roberto Zapata Barradas, expuso que productos sensibles dentro del sector lácteo, como leche en polvo, quesos y mantequillas, quedan fuera del acuerdo.

No se va a llegar al libre comercio en estos intereses críticos para México, y en el resto de los productos del sector se prevén plazos de desgravación de entre 10 y 15 años, afirmó.

A su vez, Raúl Urteaga, coordinador general de asuntos internacionales de la Secretaría de Agricultura, sostuvo que México está listo para competir y atraer inversiones, porque el país exporta productos agroalimentarios a Estados Unidos, Japón y la Unión Europea, que demandan estatus sanitarios muy altos.