El gobierno mexicano buscará conservar los acuerdos bilaterales y regionales con Estados Unidos. Al mismo tiempo, analizó con empresarios las fuentes de incertidumbre asociadas a los cambios en el vecino país.

No se puede deshacer todo en un segundo. Vamos a trabajar ante esta nueva circunstancia (el triunfo del republicano Donald Trump, próximo presidente de Estados Unidos), dijo a La Jornada el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong.

Por ahora, sin embargo, hay incertidumbre en la administración federal mexicana.

Tenemos que ver cómo va a ser la nueva circunstancia y qué resulta de los trabajos bilaterales. Todavía no podemos adelantar absolutamente nada, añadió el funcionario, ante la pregunta de posibles cambios negativos en materia migratoria, como un aumento en las deportaciones de paisanos o la cancelación acuerdos vigentes.

–¿El triunfo de Trump es un riesgo para México?

–Hay una nueva circunstancia. El presidente (Enrique Peña Nieto) nos ha instruido trabajar al respecto, y en mantener una comunicación con todos los sectores de la sociedad mexicana dentro y fuera de nuestras fronteras, así como una actitud de unidad.

El secretario Osorio dijo lo anterior al término de una reunión con dirigentes de organismos empresariales y acompañado de José Antonio Meade, secretario de Hacienda, e Ildefonso Guajardo, de Economía, así como de otros funcionarios de alto nivel.

El responsable de la política interna dijo ante representantes del sector privado que México está preparado y cuenta con la fortaleza necesaria para hacer frente al nuevo escenario.

Precisó que el gobierno mexicano construirá puentes de comunicación y entendimiento con el presidente electo, a fin de que los lazos entre ambas naciones sigan siendo de confianza.

Estamos avanzando en corresponsabilidad, construyendo soluciones conjuntas ante los desafíos, dijo.

El secretario Meade agradeció a los diputados por la aprobación del presupuesto para el año entrante, porque ello emite señales adecuadas a los mercados.

Hizo énfasis en conversar sobre las fuentes de incertidumbre actuales, como el tipo de cambio y la relación de México con Estados Unidos, la cual habrá de atenderse por la vía del diálogo.

En este último punto, Meade opinó que la reunión del entonces candidato republicano Trump y el presidente Peña, en agosto pasado, ya dio sus primeros pasos y este diálogo habrá de traducirse en prosperidad compartida.

Dijo que los riesgos de la nueva circunstancia –económica y política– de Estados Unidos la comparte México con otros mercados emergentes; sin embargo, la relación bilateral nos permite ver el futuro con optimismo.

El secretario de Economía insistió en conservar y ampliar los acuerdos comerciales e integración regionales; advirtió que si se meten restricciones al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) terminaremos cediendo mercados, como el automotor, a Asia o Europa.

Es clarísimo, expresó, que para México es un momento de reafirmación (en el sentido de que) la política de apertura e integración es el camino adecuado.

Ponderó no sólo el TLCAN sino el Acuerdo Transpacífico, el cual busca abrir un canal comercial con Asia y de esta forma concretar la plataforma comercial con los cuatro puntos cardinales.

El líder del CCE, Juan Pablo Castañón, dijo que la nueva circunstancia en Estados Unidos obliga a empresarios y gobierno a actuar de manera congruente, con unidad, en especial para la defensa del empleo y los intereses nacionales, así como fortalecer la relación estrecha, intensa, estratégica y compleja con el vecino país. El objetivo, agregó, es ser más fuertes y lograr los mejores acuerdos para México.