Habitantes de las delegaciones Cuauhtémoc y Benito Juárez exigieron a las autoridades de esas demarcaciones retirar o controlar el comercio informal que se encuentra desbordado, lo que ha favorecido, en algunos casos, la corrupción y la comisión de delitos, como la invasión de predios y la venta de mercancía de dudosa procedencia.

En conferencia de prensa, residentes de las colonias Roma e Hipódromo dijeron que en los operativos implementados en la glorieta Chilpancingo sólo se quitó a los vendedores de un lado para hacinarlos en otros puntos de esas zonas, sin resolver el problema de fondo.

Norma Sotelo, representante del Consejo Coordinador Vecinal, que agrupa a habitantes de distintas delegaciones, expresó que no hay ninguna zona en la delegación Cuauhtémoc que esté exenta del desbordamiento del comercio en vía pública, lo que ha resultado un negocio millonario para unos cuantos.

Detalló que, según datos de las propias autoridades, 70 por ciento de los vendedores ambulantes provienen del estado de México, pero recientemente, durante los procesos electorales, los líderes que han promovido la invasión de predios los utilizan como clientelas político-electorales y los obligan a credencializarse en la zona, para que voten en favor del candidato que promueven.

En un pronunciamiento conjunto, los vecinos exigieron el retiro de todos los puestos de comercio en la calle que se ubican dentro del perímetro delegacional y que no cuentan con el permiso correspondiente para ejercer dicha actividad.

Expresaron que las ganancias son para unos pocos y las cuotas que deben pagar los comerciantes, como señala el Código Fiscal del Distrito Federal, no llegan a las tesorerías de esas delegaciones; mucho menos se utilizan para mejorar la infraestructura urbana en beneficio directo de los habitantes de la demarcación.

Si cada puesto paga al día entre 50 y 160 pesos y lo multiplicamos por los cientos de miles que existen en la ciudad, hablamos de millones de pesos diarios que van a parar a los bolsillos de líderes y de las autoridades delegacionales, apuntaron.

Respecto de la delegación Benito Juárez, los vecinos precisaron que el mayor problema se genera en los 26 parques públicos, que se han convertido en tianguis durante los fines de semana, a pesar de estar protegidos mediante un decreto presidencial, para que se conserven como áreas verdes y espacios abiertos.

Todos los fines de semana es una odisea dar dos pasos sin tropezarnos con un carrito eléctrico o el sinnúmero de vendedores de todo lo que podamos imaginar. Desde venta de alimentos de todo tipo, juguetes y peluches hasta tatuajes y ropa, refirieron.

Se quejaron que en diversas ocasiones y en todos los tonos han solicitado el apoyo de las autoridades delegacionales, que han puesto oídos sordos a sus demandas, lo que ya ha generado, incluso, enfrentamientos verbales entre vecinos y comerciantes.