La trayectoria de más de cuatro décadas del pintor y escultor Alberto Castro Leñero (Ciudad de México, 1951) fue reconocida en un homenaje que se le rindió la noche del jueves en la sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes.

El artista plástico, conocido por sus incesantes experimentaciones a partir de diversas técnicas que también implican el video y la instalación, expresó que recibir dicho reconocimiento le permite reflexionar sobre su camino y reconocer a una generación de artistas, pintores y escultores marcados por procesos creativos similares, una propuesta basada en expresiones intuitivas, ante un vacío que necesita ser llenado por la creación y la voluntad de continuar.

Castro Leñero destacó que es parte de una generación que se encuentra en el dintel de una de las tecnologías más radicales en la historia de la humanidad: la era digital.

El arte, como la vida, es una encrucijada de decisiones

Por ello, dijo, “celebro el amor y la dedicación, la capacidad de trabajo y la voluntad de agotar las posibilidades de la forma y la materia. Pienso en mi trabajo como un artista que poco a poco ha ido cambiando debido a un instinto de búsqueda, por un gusto por probar diferentes medios y técnicas para incursionar en nuevos lenguajes, que me llevan a experimentar y proponer, y me permiten recuperar obras anteriores y conectarlas con proyectos futuros.

Actualmente considero que me encuentro en un campo abierto en proceso. Mis recientes propuestas parten de la construcción de espacios más complejos. Creo que el arte, como la vida, es una encrucijada de decisiones que nos pueden llevar a lugares nuevos.

Luego de agradecer a familiares, amigos, colegas y autoridades culturales, Castro Leñero destacó que “es inevitable contrastar este reconocimiento con la parte negativa de la realidad que vivimos.

Frente a la situación que vive el país y el mundo: de violencia, de injusticia, de desaparecidos, de desequilibrio económico, de desplazamientos humanos, de ingobernabilidad, la industria del dolor y el terror, el cambio de paradigmas de sectores de la sociedad que se fragmentan, no nos queda más que contraponer la creación a la muerte, creer que el arte y la creatividad en todos los campos pueden ofrecer alternativas en dirección a la libertad, el placer, al derecho de pensar y disentir, hacer sentido de pertenencia y solidaridad, y ayudarnos a recordar nuestra humanidad compartida, concluyó el artista plástico.

Alberto Castro Leñero cuenta con una trayectoria de más de cuatro décadasFoto Guillermo Sologuren

En ese acto participaron los críticos e investigadores Luis Rius Caso, Salvador Gallardo Cabrera, Jaime Moreno Villareal y Magdalena Zavala, titular de la Coordinación Nacional de Artes Plásticas del Instituto Nacional de Bellas Artes.

Rius Caso señaló, entre otras cuestiones y por ejemplo del talento, el diálogo y el uso de técnicas y medios contemporáneos, la magnífica exposición de Castro Leñero titulada Sistemas transitables, que se montó el año pasado en el Museo Universitario de Ciencias y Artes, de la Universidad Nacional Autónoma de México.

En ella, Castro Leñero destacó su capacidad de interactuar como pintor y escultor con la instalación experimental, el video, estructuras arquitectónicas transitables; en el manejo de nociones como obra en expansión, oposición, fragmentación e hibridación, conceptos espaciales y museográficos que modifican el espectro perceptual, así como la presencia activa de los públicos, apuntó Rius Caso.

Gallardo Cabrera señaló que en las recientes obras de Castro Leñero hay una energía transductiva, un despliegue intensivo de escalas que le ha permitido desplazar la pintura, hacer de la escultura un transitable y crear filamentos con medios audiovisuales. En su caso, no se trata sólo de incorporar nuevos medios o de una ampliación de recursos expresivos. Lo que está en juego es la creación de un otro espacio para el arte.

Moreno Villarreal reflexionó sobre la noción y concepto de generación, en la pintura mexicana. Término que, dijo, es caduco.