Aspirante con rumbo
Un Cherto muerto
Los zapatos coquetos
a ni como dudarlo,
amigo de la muerte es,
y a las pruebas me remito:
Lo tuvo la flaca a sus pies,
pero tan sólo un ratito, el que
aprovechó la calaca
pa’ decirle muy quedito:
¡No te equivoques, Mancera!,
cuidado y cambies de acera,
que el camino hacia Los Pinos,
que es la verdadera perla,
ya lo marcó la gente,
siempre con rumbo a la izquierda.
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Con disgusto y con desdén
supo la calaca loca
que Rosa Icela se fue
de pasajera en un tren
y que por más que la grilla insista,
por lo pronto no le toca.
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Dicen que llegó la flaca
montada en gran bicicleta
y que llegó a reclamarle,
que su vida en la Semovi
no le permitiría convertirse
en el gran anacoreta.
Por eso dice Serrano,
pálido de terror:
“Eso que yo vi,
y que nadie me ha contado,
es viajar en una combi
sin estar asegurado”.
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De flaca a flaca le dijo:
Si el destino lo permite
y antes yo no te cargo,
ahí te dejo el encargo
de mirar por esta gente,
que no piensa en regresar
a los tiempos del regente.
A lo que Alejandra atajó:
“Mira, lo que habré de requerir
es el sufragio a raudales,
y lo habré de conseguir,
si me deja el partidito,
ser la candidata Barrales.
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Con la muerte de la mano,
Salinas en su pudrición
dicen que decía a ratos
que su candidato en acción
sería fruto de su huerto,
y que por eso quería
que en el panteón de la grilla,
lo dieran todos por Cherto,
pero lo que no imaginó
es que en la lista de la gente
el Cherto que él bautizó,
ya está dado por muerto.
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Ya es hora, marcó la Parca,
y antes de hacerlo subir,
a esa su terrible barca,
le escuchó susurrar,
que si el mar que ha de cruzar
no se navega con calma
puede convertirse en viaje
que nos robe hasta el alma.
Así expresó José Ramón
su deseo de continuar,
agarrado del timón,
ese misterioso viaje.
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Tania se equivocó,
dicen que tantas veces,
que hasta a la muerte, tan fría,
la mujer atemorizó.
Y es que a la Asamblea llegó
la cuidadora de la naturaleza
con unos zapatos coquetos,
que la versión, según tú,
se confeccionaron de piel,
de un animal que una vez,
todo el mundo conoció
como el gorila Bantú.
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Fueron los malos hados
quienes primero dijeron
que Manuel se quedó en la tierra
por pura equivocación.
Que la muerte le preparó
una buena recepción
con un gran catafalco
