Hoy día las delegaciones políticas muestran desequilibrios importantes en cuanto al número de servidores públicos que tiene cada una para atender a la ciudadanía, lo cual impacta en el bienestar de la población. Así, mientras en Milpa Alta a cada funcionario de estructura le correspondería atender a 926 personas, en Iztapalapa hay uno por cada 6 mil 900 ciudadanos.

Lo anterior se detalla en la iniciativa de reforma presentada por la diputada constituyente Clara Brugada Molina, de Morena, en la que se plantea tener demarcaciones territoriales cuya población sea de 500 mil personas, en promedio.

En el documento, la constituyente, cita datos obtenidos de los portales de transparencia de las 16 jurisdicciones políticas y del Instituto Nacional de Estadística y Geografía, establece que después de Milpa Alta se ubica Cuajimalpa, en la que a cada funcionario de estructura le tocaría atender a mil 259 personas, en el impensable escenario de que toda esa gente acudiera a un mismo tiempo a solicitar servicios a la delegación.

Dicha iniciativa detalla que en un rango más o menos similar se ubican Cuauhtémoc y Venustiano Carranza, donde hay mil 601 y mil 690 habitantes, respectivamente, por cada servidor público.

En los niveles más altos, luego de Iztapalapa está Tláhuac, donde –según los datos oficiales– se tienen 62 funcionarios de estructura –directores generales y de área, subdirectores y jefes de unidad– que, comparada con su población, corresponderían 5 mil 810 personas por cada servidor público.