Las importaciones de arroz provenientes de Vietnam se han incrementado más de 313 por ciento durante la administración de Enrique Peña Nieto, por lo que, de entrar en vigor el Acuerdo de Asociación Transpacífico (ATP), la producción interna del cuarto cereal más consumido en el país se pone en riesgo de desaparecer, advirtieron Emilio López Gámez y Gerónimo Barrios, investigadores de la Universidad Autónoma Chapingo (UACh).

Expusieron que de los 5 mil 600 productores de arroz que había al inicio del siglo, más de la mitad abandonó la actividad, lo que también ha repercutido en la superficie destinada a dicho cultivo, la cual se redujo 34 por ciento.

De acuerdo con el cuarto Informe de Gobierno, las importaciones totales se han mantenido en casi 880 mil toneladas, excepto en 2013, cuando fueron 932 mil 226, la mayoría provenientes de Estados Unidos, Argentina, Uruguay, y recientemente de Vietnam.

El Consejo Nacional de Productores de Arroz de México aseguró que en el país sólo se produce 20 por ciento del total de un millón 100 mil toneladas de la variedad palay que se consume.

Los productores están dispuestos a dar la pelea para que en México se recupere paulatinamente la producción que empezó a perderse desde el ingreso del país al GATT –actualmente Organización Mundial de Comercio (OMC)– y volver a lograr las más de 800 mil toneladas obtenidas en 1985.

La gran debacle en la producción del cereal ocurrió a partir de 2000, ya que se pasó de casi 400 mil toneladas a 173 mil en 2011.

Pedro Díaz Hartz, presidente del Consejo Nacional de Productores de Arroz, dijo que los pocos agricultores del cereal –2 mil 800, según sus datos– recuperaron el ánimo luego de que la Secretaría de Economía restableció los aranceles de 20 por ciento a las importaciones de arroz provenientes de los países asiáticos y con la entrega, por el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias, de dos nuevas variedades de semillas de arroz largo.

Para los investigadores de la UACh sigue latente el riesgo de que el país no avance en la producción de arroz por la firma del ATP, el cual impactará el compromiso del presidente Peña Nieto de llegar a 360 mil toneladas. Actualmente la producción es de 220 mil toneladas; el reto es invertir en la producción interna y apoyar a los productores.

Para Gámez y Barrios, la reducción del gasto público para el próximo año está asociada a los acuerdos comerciales que México ha promovido, como el caso del ATP. El gobierno promueve nuevos productos que compitan en los mercados internacionales, pero eso beneficia a menos de 5 por ciento de los agricultores, en tanto reduce el gasto público rural, lo que puede ocasionar que el pequeño productor deje de cultivar los granos básicos, pero además no tendrá las condiciones para insertarse en los mercados.

En su estudio El arroz y los impactos del TLCAN y la situación del Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica, López y Barrios exponen que la producción del cereal cayó 72 por ciento entre 1987 y 2015 y no ha logrado recuperarse.

Si se firma el ATP, la debacle se agudizará ante la desigualdad de la competencia, aseguran.