Madrid.

Mariano Rajoy, líder del derechista Partido Popular (PP), fracasó este jueves en la primera votación para ser investido presidente del gobierno, al alcanzar seis votos menos que los 176 necesarios para lograr la mayoría absoluta de los 350 que integran el Parlamento. Se espera que el próximo sábado sea ungido, cuando se exija únicamente mayoría simple y el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) se abstenga.

Tras dos días de debate parlamentario, en esta ocasión más conciliador y menos áspero que los que se celebraron en febrero y agosto pasado, finalmente Rajoy se perfila como el futuro mandatario de gobierno de España para los próximos cuatro años. No gozará de mayoría absoluta, al contar únicamente con 137 diputados y no haber logrado un acuerdo de gobierno con otros grupos. El PP y Rajoy únicamente tienen un pacto de investidura con Ciudadanos, que tiene 32 escaños, y Coalición Canaria (CC), con uno, pero en ningún caso se prevé que entre al gobierno de Rajoy algún miembro de otro partido político.

El responsable de dar la réplica a Rajoy por los socialistas fue el vocero del grupo parlamentario, Antonio Hernando, hasta ahora una de las caras más inflexibles de su partido en contra de apoyar con la abstención la investidura del líder del PP. Pero tras la decisión del Comité Federal del pasado domingo, Hernando tuvo que explicar que su formación decidió facilitar el gobierno de Rajoy por responsabilidad y para desbloquear la situación. Advirtió que en ningún caso se dará un cheque en blanco, sino que ejercerán una dura oposición.

El PSOE se encuentra sin dirigente y perdió el eje de su discurso –impedir el gobierno de Rajoy– por lo que el liderazgo de la oposición fue ocupado durante el debate por el jefe de la coalición Unidos Podemos, Pablo Iglesias, quien acusó a los diputados del Parlamento de ser potenciales delincuentes, y advirtió que su formación política apoyará las movilizaciones sociales que se preparan para el próximo sábado en rechazo a la investidura de Rajoy.

Las organizaciones convocantes calificaron la relección de Rajoy como golpe de régimen y proceso antidemocrático.

Los 71 diputados de Podemos también tuvieron un choque con la presidenta del Congreso, Ana Pastor, del PP, porque cuando Iglesias pidió la palabra amparándose en el artículo referente a las alusiones, ella se la negó. Acto seguido, Iglesias dio la orden a los parlamentarios de su grupo que abandonaron el hemiciclo durante tres minutos. Después regresaron para votar contra la investidura.

A partir de ahora se intensificarán los encuentros en el seno del PSOE, donde sigue abierta la fractura entre los partidarios de la abstención y los que están en contra, sobre todo los diputados que han anunciado que no acatarán la disciplina y no se abstendrán el próximo sábado.