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Un gol tempranero y la expulsión de Alatorre marcaron el rumbo del encuentro

Tigres quita lo invicto en CU a Pumas, que está fuera de zona de clasificación

Esta derrota no nos detendrá, afirma Palencia

No podemos permitir errores: Britos

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Jesús Gallardo (17) pelea por el balón con dos jugadores de los Tigres, durante el partido de la fecha 14 del torneo Apertura 2016 celebrado en el estadio Olímpico UniversitarioFoto Jam Media
 
Periódico La Jornada
Lunes 24 de octubre de 2016, p. 5

No más seguridad en casa. Ganar puntos en suelo confiable. Pumas no pudo mantener lo invicto en Ciudad Universitaria y cayó ante un Tigres con algunos rostros que pasaron por sus filas, pero que esta vez le encajaron un doloroso 3 a 1.

En parte fue un gol demasiado pronto, a los siete minutos, y de una manera que debió hacerlos maldecir, porque fue en una jugada a balón parado, en un tiro de castigo, pero que Lucas Zelarayán apuntó directo al ángulo y obligó a volar a Alejandro Pikolín Palacios, aunque sin posibilidades de detenerlo.

Pero también la expulsión gratuita de Marcelo Alatorre, como una mala broma de sus propias declaraciones que terminaron por ahorcarlo. Porque en la semana dijo que ante Tigres había que morder, pegar y ser marrulleros si era necesario y terminó con dos tarjetas amarillas al minuto 21, para dejar vulnerable a su equipo ante unos Tigres ordenados y decididos a sacudirse la racha de derrotas que arrastraban.

Pumas tardó en mostrar ese orgullo de local que le permitió mantener lo invicto en su cancha. Casi 20 minutos de juego y el único atisbo ofensivo fue un remate de cabeza de Luis Fuentes. En cambio, Pikolín Palacios ya había estado muy ajetreado desde el primer minuto, cuando rechazó dos tiros consecutivos, el primero de Javier Aquino y un cara a cara que le ganó al francés Andy Delort.

Después de la barrida arriesgada de Alatorre contra Jorge Torres Nilo, la que le costó la expulsión, el club auriazul echó mano a su coraje y empezó a mejorar, a pesar de tener un hombre menos.

Tigres no parecía sacar ventaja y Pumas trató de jugar más recargado en la media cancha. Y llegó el empate en un saque de banda, en el que la zaga de Tigres se equivocó, lo que permitió que Matías Britos recortara y marcara el 1 a 1.

El cuadro de Monterrey exhibió algunos síntomas de desesperación y se precipitó para tratar de recuperar la ventaja desde larga distancia, pero sin éxito.

El descanso fue un respiro para los auriazules, que volvieron con la voluntad clara de revertir el marcador. Apenas un minuto después de regresar a la cancha Britos estuvo a punto de conseguirlo. El portero Nahuel Guzmán rechazó un tiro de Javier Cortés y en el contrarremate Britos cabeceó por arriba del arco, pero con un efecto óptico que desató el grito fallido de gol en las gradas.

El juego cobró niveles de tensión por el forcejeo permanente, de un lado para aprovechar la ventaja que les daba tener un hombre más en la cancha, por el otro para hacer menos notoria esa diferencia, con el desgaste físico que eso implicó.

Hubo momentos de nerviosismo, la imagen del primer gol volvió a la cancha en otro tiro de castigo, también de Zelarayán. Y trató de repetirlo, pero esta vez la calca no surtió efecto y Pikolín pudo lanzarse a tiempo para atajarla.

El francés Delort da la ventaja

Hasta ese momento, Pumas parecía una escuadra desbordada de enjundia y ambición. De pronto todo se desmoronó cuando, en una jugada en el área, la zaga auriazul cometió errores fatales, Gerardo Alcoba terminó en el pasto y Andy Delort pudo mandar la pelota a las redes y recobrar la ventaja.

Eso fue lo que descolocó definitivamente a los Pumas, que empezaron a acusar gestos de nerviosismo, con salidas precipitadas en las que era notorio que les hacía falta alguien en el contragolpe. Los defensas estaban demasiado adelantados y hasta el portero Pikolín salía del área en alardes casi suicidas.

Tigres hizo algunos amagues, que tuvieron una respuesta de Pumas. A punto de terminar el duelo, el equipo local volvió a acariciar el empate de una manera desesperada, con el defensa Darío Verón mandando la pelota apenas desviada para lamento sonoro de su afición.

El tiempo agregado fue de muerte. Pumas estaba volcado en busca de un gol y fue sorprendido mal parado. En un contragolpe Julián Quiñones entregó la pelota al ex puma Ismael Sosa, quien la empujó sin alardes ni festejos, pero fue un tanto igual de decisivo.

Pumas se quedó con 20 puntos y está en una situación complicada en la tabla: noveno puesto. Tigres llegó a 26, con la clasificación casi en la mano, en la segunda posición.

Al finalizar el partido, el entrenador Francisco Palencia reconoció que la expulsión de Alatorre puso condiciones para la primera derrota en casa, pero confió en la fortaleza anímica de su grupo.

Son fuertes, como yo; esto no nos va a detener ni mucho menos, dijo. Somos un equipo mentalmente fuerte como lo dije al principio de la temporada.

Menos optimista, Matías Britos, autor del gol auriazul, mostró preocupación, pues dijo que la derrota llegó en el peor momento del torneo, donde no se pueden permitir más errores.