La actuación de México en la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) a propósito de la resolución sobre el vínculo histórico de los judíos con el Muro de los Lamentos, además de ser un hecho bochornoso, pone a la vista la falta de una política exterior de Estado en el gobierno de Enrique Peña Nieto, dijo el coordinador de relaciones internacionales del PAN, Marco Adame.

La manera como se cesó a Andrés Roemer de la representación del país ante la Unesco y la instrucción que dio la cancillería para que en el tema judío se emitiera un voto extraño, que contradice la relación con esa población, pone a México en evidencia frente a la comunidad internacional y genera inconformidad y preocupación por ese grupo, que vio cómo el Estado mexicano se sumó de manera inicial al propósito de romper su relación histórica con un lugar de enorme significado espiritual e histórico.

En entrevista, Adame demandó que la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) aclare las razones por las cuales tomó una decisión en el sentido señalado, así como revise y deslinde responsabilidades tanto en relación con el sufragio como sobre cómo actuó el representante ante la Unesco, quien claramente, aseguró, violó algunas obligaciones propias del sigilo diplomático.

Adame rechazó que el caso se constriña a la falta de experiencia y de oficio de los operadores de la cancillería, como han señalado algunos analistas.

El tema es de fondo y tiene que ver con la falta de una política exterior de Estado del gobierno peñista, subrayó el ex gobernador de Morelos.

El lunes pasado, la SRE anuncio la remoción de Roemer, a quien acusó de no informarle de manera acuciosa sobre el proceso de votación de la citada resolución, y que cambiaría el sentido de su voto; en lugar de ser favorable, lo modificó a una abstención. La decisión se tomó tras las críticas de la comunidad judía en México, según cuyo parecer la resolución aprobada rompe su vínculo con los lugares santos de Jerusalén.