Chilpancingo, Gro.

El alcalde de Cocula con licencia, el perredista Erik Ulises Ramírez Crespo, fue liberado la madrugada de ayer del penal federal número 12 de Ocampo, Guanajuato, luego de que un juez declaró que no había pruebas suficientes para vincularlo con la delincuencia organizada ni en la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa.

En Cocula, sus simpatizantes y familiares lo recibieron con música, una marcha y un mitin en el zócalo, donde se deslindó de cualquier vínculo con la desaparición ocurrida en Iguala el 26 y 27 de septiembre de 2014, cuando ni siquiera era alcalde, señaló, y recordó que asumió este cargo el 30 de septiembre de 2015”.

Ramírez Crespo dijo desconocer por qué lo detuvieron: Hubo señalamientos hacia mí y no había elementos para que me dictaran orden de formal prisión; creo que el único era de fomento a la delincuencia organizada. Todo mundo sabe que yo soy médico de profesión y que no me dedico a nada de eso.

Su aprehensión, afirmó, “fue en Morelos, me dijeron que con el que me detuvieron era un narcotraficante, pero yo asistí porque según se me informó era empresario. Después supe que le decían El Tomate o El Tomatito, y que se apellidaba Casarrubias.

Yo declaré que él se presentó como un empresario, y le dije que quería traer a Cocula una Bodega Aurrerá o un Oxxo, para que progresáramos. Me dijo que me podría ayudar, y cuando estábamos en las negociaciones llegó la Procuraduría General de la República y me detuvieron también; él negó conocerme.

Narró que estar en la cárcel es muy difícil: sufrí mucho, ya que los primeros 63 días me tuvieron incomunicado en una estancia, no tuve llamadas ni comunicación con mi familia, desde que llegué el 10 de febrero de este año. Creo que de todo se aprende, y aprendí muchas cosas.

–Su partido, el PRD, ¿lo abandonó?

–La primera vez que me detuvieron, nos ayudó un poquito, pero esta vez nos dejó a un lado –indicó.