ños y más años en espera del resurgimiento económico estadunidense, y resulta que el vecino del norte no levanta, ergo, México se mantiene en la lona, y como bien lo advierte el Centro de Investigación en Economía y Negocios (CIEN), del Tecnológico de Monterrey, campus estado de México, mientras Estados Unidos no vuele, nuestro país no despegará en materia industrial.

Y lo anterior se ve más que complicado porque la desaceleración sectorial en el vecino del norte se mantiene vigente, un factor que impedirá un repunte significativo de la actividad manufacturera de nuestro país en los próximos meses. Adicionalmente, el contenido nacional en las exportaciones lejos de incrementarse ha perdido terreno en los últimos tres años, ya que algunas actividades manufactureras han incorporado una mayor cantidad de insumos extranjeros en su producción.

El CIEN analiza la actividad industrial de nuestro país, y subraya que ésta apenas acumula un crecimiento de 0.4 por ciento durante los primeros ocho meses de 2016 en comparación con el mismo periodo del año pasado. Lo anterior refleja los resultados moderados que han tenido sus dos principales componentes a lo largo del año: la construcción, con un incremento acumulado de 1.5 por ciento, y las manufacturas, con un aumento de 1.4 por ciento.

En agosto pasado la actividad industrial mexicana registró un incremento anual de 0.3 por ciento, medido con cifras originales. Dicho resultado fue provocado por el aumento de 2.9 por ciento en la generación de energía eléctrica y suministro de agua, y el avance de 3.7 por ciento en las industrias manufactureras, en tanto que la minería y la construcción se ubicaron en terreno negativo (-8.1 y -0.6 por ciento, respectivamente).

El desempeño favorable de las manufacturas fue debido a que 14 de los 21 subsectores que comprenden ese sector exhibieron tasas de crecimiento positivas. Por otro lado, el retroceso observado en la construcción es atribuible a la caída de 19.1 por ciento en el subsector de las obras de ingeniería civil. Esta actividad económica en su mayoría representa inversiones en infraestructura del sector público, de tal manera que ante la política de austeridad asumida por las autoridades, se vislumbra un panorama poco favorable para la industria de la construcción en los meses por venir.

Las cifras más recientes de las manufacturas han resultado favorables, aunque un repunte significativo para el cierre de este año luce complicado debido al pobre avance exhibido por la producción industrial estadunidense. En septiembre, dicha variable mostró apenas un incremento de 0.1 por ciento mensual, luego de la baja de 0.5 por ciento que se había registrado un periodo anterior.

Dada la estrecha correlación (0.91 desde 2003 a la fecha) que guardan las manufacturas mexicanas con la producción industrial de Estados Unidos, en tanto nuestro principal socio comercial no logre recuperarse del todo es altamente probable que se registre un desempeño moderado de las manufacturas mexicanas, lo cual incidirá negativamente en la evolución de la actividad industrial de nuestro país, considerando que la construcción tampoco atraviesa por un buen momento.

Otro aspecto a considerar, apunta el CIEN, es el cada día más reducido contenido de insumos nacionales utilizados en los procesos de producción. De acuerdo con la información de la industria manufacturera, maquiladora y servicios de exportación, del total de los insumos consumidos durante agosto de 2013 únicamente 30 por ciento provenía de una fuente nacional; tres años después, los resultados incluso se han deteriorado para los insumos mexicanos, ya que su nivel de participación actual es de 26 por ciento. En caso de que dicha tendencia continúe, los beneficios de la apertura comercial permearán sólo a unos cuantos participantes nacionales a pesar de alcanzar un mayor volumen de exportación.

En los momentos en los que la construcción enfrenta una situación complicada, las manufacturas se convierten en el único motor de la actividad industrial nacional. El problema es cuando Estados Unidos, destino de casi 80 por ciento de las exportaciones de nuestro país, tiene que lidiar con una desaceleración en su producción industrial. El reto está en incrementar la utilización de insumos nacionales en los procesos de manufactura, en particular para los bienes de exportación, y así contar con una industria nacional sólida que permita hacer mejor frente a los riesgos provenientes del exterior.

Por otro lado, en septiembre pasado el índice de confianza del consumidor se ubicó en un nivel de 85.2, lo cual representó una caída de 5.9 por ciento con respecto a la cifra alcanzada durante el mismo mes del año pasado. El desempeño negativo del índice de confianza se debió a que todos los elementos que lo comprenden reportaron datos inferiores a los vistos en 2015. El componente que sufrió el ajuste más sustancial de periodo fue el que valora las opiniones en torno a la situación económica del país dentro de 12 meses (-14.5 por ciento).

En términos mensuales, el desempeño de la confianza del consumidor también fue desfavorable. El índice retrocedió 1.8 por ciento con respecto al registro de agosto pasado, ya que, al igual que en su comparativo anual, todos los componentes de la variable se ubicaron en terreno negativo, detalla el CIEN.

La caída más profunda se registró en el elemento que contabiliza las opiniones sobre la situación económica del país dentro de 12 meses, seguido del que cuantifica las posibilidades en el momento actual de los integrantes del hogar, comparadas con las de hace un año, para realizar compras tales como muebles, televisor, lavadora y otros aparatos electrodomésticos. Dado lo anterior, la tendencia de la confianza del consumidor continúa exhibiendo una trayectoria a la baja, de tal forma que resulta poco probable esperar una recuperación significativa a corto plazo de esta variable. De hecho, su nivel actual se equipara con el registro de tres años atrás.

Las rebanadas del pastel

En las altas esferas gubernamentales confían en que todos los males se evaporarán si –como todo apunta– desaparece la amenaza Trump, por mucho que la de Hillary sea más cruda y peligrosa, porque finalmente ella despachará en la Oficina Oval. Y la ofensa septembrina fue para la doña, no para el troglodita. Agárrense, pues… El billete verde cerró semana financiera en 19.10 sodomizados pesitos.

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