omo se dijo aquí hace dos semanas, la OPEP celebró de manera un tanto sorpresiva, a finales de septiembre en Argel, una conferencia extraordinaria que concluyó con una segunda y mayor sorpresa: el anuncio de la primera decisión en ocho años para restringir la excesiva oferta de petróleo; es decir, para volver a actuar como cártel. (La OPEP resurrecta, La Jornada, 6/10/16). Como también se advirtió, quedaron muchos cabos sueltos que deben ser anudados antes del 30 de noviembre, cuando la OPEP mantendrá en Viena su reunión ordinaria de fin de año. En esta ocasión habrá que fijar el monto de reducción de producción que corresponderá a cada país miembro. Según se convino, el recorte llegaría a entre medio y un millón de barriles diarios (mbd), respecto del extraordinario nivel de 33.5 mbd alcanzado por la OPEP el mes pasado. Se anunciaría también la adhesión al acuerdo de otros exportadores y el volumen de las reducciones de cada uno. Habida cuenta de la complicada gestión y verificación de este tipo de entendimientos, también se espera que se acuerde algún procedimiento de seguimiento y vigilancia. La reacción inicial de los mercados fue, a la vez, positiva y escéptica. A partir del anuncio y en el primer tercio de octubre, en ocho jornadas de mercado, los precios del Brent y del WTI se elevaron poco menos de 10 por ciento y superaron los 50 dólares por barril, nivel excepcional para el año; la canasta OPEP aumentó algo menos, acercándose pero sin alcanzar esa cota. (La mezcla mexicana mejoró 13 por ciento y excedió los 40 dólares por barril, lo que no ocurría desde mediados de año.) El escepticismo de los mercados impidió que se definiera una tendencia alcista y se alternaron altibajos cotidianos, aunque con menor volatilidad.
A principios de octubre, el Congreso Mundial de Energía, reunido en Estambul, actuó como caja de resonancia de la decisión de la OPEP. El presidente de Rusia, Vladimir Putin, en la declaración más destacada y esperada, manifestó sin ambages su apoyo a las acciones de control de la oferta de la OPEP. Según el FT (11/10/16), Putin considera que, en la actual situación, congelar o incluso reducir la producción de crudo es, quizá, la única decisión correcta para mantener la estabilidad del conjunto del mercado mundial de energía
y, al mismo tiempo, restablecer el equilibrio. Rusia está dispuesta a unirse a los esfuerzos para limitar la producción y urge a otros exportadores de petróleo a hacer lo mismo
. Más adelante, en su exposición (agencia Tass, 10/10/16), Putin señaló que se han producido numerosas cancelaciones de proyectos de inversión que ahora resultan inviables [y] si esta tendencia persiste, la insuficiencia de financiamiento se tornará crónica y el exceso de producción global de energéticos se convertirá, de manera inevitable, en un déficit, con choques de precios, nuevos e impredecibles, que a fin de cuentas terminarán por afectar a productores y consumidores
. En este sentido, concluyó Putin, los acuerdos que puedan lograrse con la OPEP enviarán una señal positiva a mercados e inversionistas y ayudarán a reducir la actividad especulativa y evitar nuevas fluctuaciones de precios
.
La declaración de Putin en Estambul fue uno de los factores que ejercieron un fuerte estímulo inmediato sobre los precios. Bjarne Schieldrop, analista del Skandinaviska Enskilda Banken (SEB), afirmó que la OPEP y Rusia tienen suficiente poder para mover la oferta de crudo al nivel que permita equilibrar el mercado en 2017
. Expresó dudas, sin embargo, de que una estrategia de limitación de oferta pueda ir más allá de propiciar un repunte temporal de las cotizaciones, por lo que no constituye una respuesta duradera: la influencia sobre los precios de una posible intervención de la OPEP [y de Rusia] puede elevar el tramo final de la curva de cotizaciones, pero los contratos de largo plazo continuarán reflejando los fundamentales del mercado
(www.sebgroup.com).
Por su parte, ante una serie de manifestaciones de confianza en que los exportadores de crudo de la OPEP y algunos de los principales ajenos a ella, en efecto conseguirán un acuerdo funcional a finales de noviembre, parece que incluso los especuladores financieros han decidido colocar sus apuestas del lado del alza de las cotizaciones. Según informó el FT el 17 de octubre, “la suma de posiciones largas netas en futuros y opciones, en Londres y Nueva York, alcanzó su nivel más alto desde julio de 2014, justo antes del desplome… ‘Creemos que la intervención de la OPEP marginó las posiciones cortas y mantendrá los precios en la parte alta de nuestra banda de comercialización, al menos hasta la reunión del 30 de noviembre en Viena’, según Adam Longson, analista de Morgan Stanley”. En el vocabulario de los mercados, las posiciones cortas son aquellas que esperan y favorecen movimientos a la baja de precios y cotizaciones, mientras las posiciones largas apuntan a la recuperación y al alza; una posición larga neta, como la encontrada a mediados de octubre, indica que es mayor el número de jugadores en el mercado que espera un repunte y apuesta en tal sentido.
También al margen del congreso de Estambul, cinco miembros de la OPEP y dos exportadores no-OPEP –Argelia, Qatar, Emiratos Árabes Unidos, Gabón y Venezuela; así como México y Rusia– mantuvieron consultas informales (“OPEC, non-OPEC countries hold ‘constructive’ talks in Istanbul”, OPEP, PR 12/2016, 14/10/16). Como se recuerda, uno de los elementos del acuerdo de Argel fue la constitución de un comité de alto nivel que definiría el proyecto de acuerdo que sería adoptado en la conferencia del 30 de noviembre. Se precisó ahora que ese comité celebrará una primera reunión el 28 y 29 de octubre en Viena. De acuerdo con el boletín de la OPEP, el ministro ruso de Energía, Alexander Novak, declaró que las consultas fueron constructivas y contribuyeron a adelantar el proceso
. Añadió que Rusia formaría parte del comité de alto nivel y contribuiría a sus trabajos. El mismo documento no atribuye declaración alguna al representante mexicano, identificado como viceministro de hidrocarburos
. (Hasta el 19 de octubre, la Secretaría de Energía no había aludido en su portal de Internet a la presencia del subsecretario Flores en las consultas de Estambul.)