Chicago.

Adrián González, quien la víspera pegó el cañonazo que dio la victoria a los Dodgers de Los Ángeles para emparejar la serie 1-1 ante Cachorros de Chicago por el banderín de la Liga Nacional, dijo ayer que sólo hablará de beisbol y no de política, luego de ser uno de los principales jugadores que se negaron a quedarse en el hotel de Donald Trump.

No me quedé ahí, tuve mis razones. Estamos aquí para jugar beisbol, no para hablar de política, señaló el mexicano durante la conferencia de prensa cuando se le preguntó sobre por qué no quiso hospedarse en el Trump International Hotel and Tower para disputar los dos juegos de la serie por el campeonato frente a Chicago.

No es la primera vez que se niega a instalarse en la propiedad del candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos, ya que hace cinco meses también rehusó, durante la serie de la temporada regular contra Cachorros.

Para esta ocasión, en los dos primeros juegos por el campeonato, los Dodgers no se hospedaron en el inmueble de Trump.

Nacido en San Diego y de padres mexicanos, Adrián González ha sido clave para los Dodgers, a los que espera guiar hacia la Serie Mundial, a la que la novena angelina no llega desde 1988.

El primera base no ha dicho explícitamente que su negativa se debió a la plataforma de campaña política de Trump.

En tanto, la novena angelina anuncia al mexicano Julio Urías para abrir el cuarto juego de la serie contra los Cachorros.