En los pasados 30 años las ciudades se han expandido de manera descontrolada, hay consumo ineficiente del suelo e impactos negativos a los ecosistemas, importantes para la vida del ser humano, además de que se ha dificultado la dotación de servicios básicos, sostuvo Roy Chiti, coordinador regional e interagencial del secretariado de la Conferencia Mundial sobre Vivienda y Desarrollo Urbano Sostenible Hábitat III de la Organización de Naciones Unidas.

Esta reunión se realiza cada dos décadas (la anterior se dio en 1996, en Estambul) y la tercera se efectúa hoy en Quito, con un elemento adicional: el cambio climático.

En entrevista telefónica, Chiti consideró que además de verse afectadas en términos de emisiones de gases, las grandes ciudades enfrentan dificultades de gobernanza metropolitana: los roles de las diferentes autoridades locales no están bien identificados y hay poca coordinación. En esta conferencia, explicó, se destaca como uno de los elementos fundamentales el tamaño de la urbanización, ya que 54 por ciento de la población mundial vive en ciudades, ya sean pequeñas, intermedias o grandes.

Destacó que las urbes carecen de buena planificación, se basan en el uso del automóvil y se ha facilitado la expansión descontrolada, y esto debe cambiar a un modelo compacto, conectado e integrado de ciudades que puedan mejorar la calidad de vida de sus habitantes, así como producir un valor económico mayor.

Recordó que en la agenda que surgió en 1996 se incluyó el derecho a la vivienda, pero el cambio ahora es que este concepto se refuerza con la idea de ciudad para todos. En aquel momento se propuso tomar medidas para parar la migración de zonas rurales a urbanizadas, pero no funcionó, porque 54 por ciento de la población mundial vive en ciudades; hace 20 años no llegaba a 40 por ciento. Lo importante no es parar el proceso, sino guiarlo y planificarlo adecuadamente.

Algunas regiones lograron un nivel de urbanización que no se esperaba, como África y Asia, donde el crecimiento urbano continuará con velocidad muy importante. Por eso hay que guiar el proceso, porque si no, habremos consumido todo el suelo. Y en vez de solucionar la inclusión social y parar la creciente segregación y desigualdad, se van a exarcebar.

Puntualizó que la agenda global plantea que el cambio es posible e identifica elementos a trabajar para lograrlo, como instrucciones sobre gobernanza urbana, dar énfasis en la planificación espacial, ya que ésta puede aportar una dimensión social sostenible o generar segregación. Explicó que el desarrollo urbano bien hecho puede generar un valor y el tema es cómo redistribuirlo, sobre todo se debe poner atención en la gestión y manejo del suelo.