Lunes 17 de octubre de 2016, p. 27
Petróleos Mexicanos (Pemex) es una empresa desmembrada
, a la que el gobierno federal le da un poco de oxígeno porque 20 por ciento de los ingresos fiscales provienen de ella, y a la que ahora no se le permite crecer si no es en alianza con privados y en condiciones desventajosas, aseguraron especialistas del sector ante la expectativa de que en estos días se presente el Plan de Negocios de la petrolera para 2017.
Víctor Rodríguez Padilla, miembro del Instituto de Ingeniería de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), y Fluvio Ruiz, consejero de Pemex, coincidieron en señalar que no se puede esperar un Plan de Negocios de la empresa, sino uno de rendición
si se le mantiene acotada a actividades de exploración y producción.
Aseguraron que el endeudamiento de la paraestatal podría superar los 100 mil millones de dólares el próximo año, y llamaron al Ejecutivo a invertir en reactivar la refinación y petroquímica, además de darle un régimen fiscal que no la ponga en desventaja con el sector privado, que ahora es su competidor.
En contraparte, Juan Acra, presidente del Consejo Mexicano de la Energía (Comener), resaltó que el año próximo Pemex tendrá 26 por ciento menos presupuesto, lo que representará una oportunidad de inversión para el sector privado de al menos 185 mil millones de pesos
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Fluvio Ruiz señaló que no es posible acotar a Pemex sólo a actividades de exploración y producción, porque esta empresa tiene que ser una fortaleza para el país en refinación y petroquímica, pero se debe empezar por reconocer que no podrá competir con los privados si no se le aplica un régimen fiscal que la coloque en igualdad de circunstancias, y que no esté basado sólo en lo que debe entregar a la hacienda pública.
Víctor Rodríguez Padilla aseguró que con la reforma energética Pemex quedó desmembrada, anulada, la Secretaría de Hacienda dicta
lo que debe ocurrir en la empresa. Aseguró que con la desinversión de activos exitosos. como Gasoductos de Chihuahua, la eliminación de su marca para gasolineras, la importación de combustibles y la cesión de contratos de gas, la lectura es que el gobierno federal le apuesta todo al mercado, quiere irse abriendo todo lo que se pueda al sector privado para dejar hechos consumados y no poner freno ni dar marcha atrás
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Aseguró que los miles de millones de dólares que el gobierno espera como compromisos de inversión no van a llegar.