Atlanta.

Los defensores de derechos civiles en Estados Unidos están preocupados por los problemas que podrían presentarse el día de las elecciones presidenciales, el 8 de noviembre, que incluyen, además de fallas técnicas –que siempre existen en cualquier comicio–, dificultades en los centros de votación, como nuevos requisitos de identificación, la ubicación desconocida o distante de las casillas y los padrones incompletos de votantes.

Los expertos están animando a la gente a investigar antes de ir a las urnas, comprobar si su nombre está en las listas, buscar el lugar donde sufragarán y aprender sus derechos por si enfrentan algún problema.

Este es el primer año en el que no habrá una disposición clave para la aplicación de la Ley Federal de Derechos de Votación, además de que 14 estados han promulgado nuevas restricciones de inscripción o votación.

Por si la incertidumbre fuera poca, el candidato presidencial republicano Donald Trump ha exhortado a sus partidarios a que vigilen de cerca las urnas por la posibilidad de fraude. El propio gobierno federal teme también que hackers puedan manipular o entorpecer el proceso.

Hay muchas cosas en esta elección que vamos a tener en cuenta, manifestó Penda Hair, abogada de derechos civiles que representó a la oficina de la NAACP (antes conocida como Asociación Nacional para el Avance de la Gente de Color) para Carolina del Norte en su intento por anular la ley de identificación de votantes de ese estado.

Al no existir normas nacionales para la votación, las reglas varían ampliamente en cada estados, incluso entre condados.

Mientras se acercan las elecciones, los candidatos presidenciales continúan sus campañas; este sábado el republicano Donald Trump sugirió que su rival, la demócrata Hillary Clinton, estaba drogada durante el segundo debate electoral del pasado lunes 11, y pidió que se le realice una prueba antidoping antes de que se lleve a cabo el tercero y último el próximo miércoles en Las Vegas, Nevada.

Al inicio del último debate, ella tenía muchísima energía. Y después, al final estaba deseando que la bajaran (del escenario). Apenas pudo llegar a su automóvil, dijo, y añadió que él y Clinton son como atletas y que, por tanto, deberían someterse a una prueba antidrogas antes del próximo debate.

Durante la campaña, Trump ha sugerido que Clinton carece de la energía y fortaleza para ser presidenta de Estados Unidos y ha cuestionado su salud.

De su lado, el jefe de campaña demócrata, Robby Mook, criticó a Trump por decir que las elecciones presidenciales están amañadas, sin aportar ningún tipo de prueba al respecto.

Recordó que el sistema electoral en Estados Unidos es libre, justo y abierto a todos. “La participación en el sistema –particularmente mediante el voto– se debería fomentar, no socavar porque un candidato tenga miedo de perder”, destacó.

Trump reiteró este sábado que las elecciones presidenciales están amañadas, y advirtió a sus seguidores sobre una supuesta conspiración de los medios de comunicación y de la campaña de Clinton para evitar que él sea presidente.

Una proyección nacional realizada por Reuters/Ipsos y publicada este sábado, señaló que si la elección fuera esta semana, Clinton tendría 95 por ciento de posibilidades de asegurarse los 270 votos del Colegio Electoral necesarios para ganar la presidencia, con un margen de 118 votos del organismo.

En este contexto, la cadena NBC News, que citó fuentes de los servicios secretos estadunidenses, reveló la noche del viernes que Estados Unidos al parecer sopesa lanzar un ciberataque de gran magnitud contra Rusia en represalia por la supuesta intromisión de Moscú en la campaña electoral. Según esta versión, la Casa Blanca encargó a la CIA presentar varias opciones para realizar ciberataques secretos.

El gobierno ruso reaccionó con indignación a los supuestos planes estadunidenses. El asesor presidencial ruso para Asuntos Exteriores, Yuri Ushakov, declaró: Esto ya raya en la grosería. Si eso va a ocurrir, responderemos desde luego, apuntó.