Prohibir la circulación de camiones de doble remolque por las carreteras federales incrementaría de manera importante el costo de los fletes e impactaría la inflación, principalmente en sectores que generan menor valor agregado, como el alimentario, lo que pondría al país en riesgo de desabasto de mercancías básicas, como la tortilla o el pan, advirtieron representantes de la industria de autotransporte.

Ante las iniciativas que se analizan en las cámaras de Diputados y Senadores para aumentar la seguridad en las carreteras, el presidente de la Cámara Nacional de Autotransporte de Carga (Canacar), Rogelio Montemayor Morineau, dijo que para suplir la capacidad de los dobles remolques con sencillos las empresas tendrían que adquirir 35 mil nuevas unidades –y contratar el mismo número de choferes–, lo que implicaría una inversión de 5 mil millones de dólares que la industria no está en condiciones de enfrentar.

El presidente de la comisión de transporte de la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin), José Luis Fuente Pochat, destacó que lo anterior incrementaría por lo menos en 26 por ciento los costos de los fletes –en un país en el que 81 por ciento de las mercancías se transportan vía terrestre, ante el deterioro en el sector ferroviario y marítimo– e impactaría con mayor fuerza a los productos en los cuales el flete representa un mayor porcentaje de sus costos.

En una conferencia en la que también estuvieron presentes Alex Theissen Long, presidente de la Asociación Nacional de Transporte Privado AC y Juan Casados Arregoitia, director general de la Concamin, los dirigentes reconocieron que el parque vehicular en el país es viejo, pues 39.8 por ciento de las unidades tienen entre 19 y 48 años, por lo que es necesario renovarlo.